Neulisa Luciano Ruiz [Alexa] que no le falle la justicia

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El asesinato de la transgénero Alexa nos tiene a todas conmovidas.  Vivía en la calle y fue asesinada luego de usar el baño de mujeres en un restaurante de comida rápida. Después de que publicaron una foto de ella señalándola en las redes sociales, su cuerpo apareció con múltiples impactos de bala al lado de una carretera de Toa Baja.

Entiendo que es justo y necesario compartirles un artículo que publicase mi amigo Oscar J. Serrano:  “La fiscalía federal indicó ayer a un magistrado que tienen identificada a una persona como sospechosa del asesinato de la transgénero Alexa, pero no detallaron por qué no está acusada ni el estado de la investigación en contra de esa persona.

La revelación del fiscal José Contreras ocurrió durante las vistas de detención contra el trío de jóvenes arrestado la semana pasada y acusados de cometer un crimen de odio y de destrucción de evidencia al acosar y hostigar a Alexa la noche del 24 de febrero de 2020 y al dispararle con balas de pintura amarilla.

Lo que se conocía hasta ahora es que horas después de ese ataque con la pistola de pintura, Alexa apareció muerta sin que esos dos cabos se hubieran conectado.

Pero Contreras dijo al magistrado Marshal Morgan que, después de dispararle a Alexa, dos de los jóvenes regresaron a su barrio, vanagloriándose de su acto y contándole específicamente al sospechoso del asesinato que habían localizado a Alexa y le habían disparado. Contreras precisó que fueron Jordany Rafael Laboy García y Christian Yamaurie Rivera Otero.

“La persona con quien se las estaban echando (de lo que le hicieron a Alexa), eventualmente dispara y mata a Alexa… tuvieron una conversación con el sospechoso del asesinato y, una o dos horas después, el sospechoso dispara y mata a Alexa”, acusó Contreras.

En el caso de Laboy García, el fiscal añadió que tienen confidencias de que acompañó al asesino a la escena y presenció el asesinato. Contreras detalló también que Laboy García ha prestado declaraciones que entienden son falsas porque la ha dicho a los agentes que regresó a la escena de los hechos y se encontró con el cadáver de Alexa, cuando la investigación arroja que, en efecto, regresó a la escena, pero no con la persona que había dicho, lo que sería indicativo de que el joven encubrió haber ido a la escena junto con el sospechoso del asesinato.

El fiscal Contreras también vinculó directamente los actos de los acusados con las acusaciones falsas que se levantaron en redes sociales en contra de Alexa el mismo día de su asesinato.

“En redes sociales se había dicho incorrectamente que Alexa era un ligón, lo cual era falso al momento en que se posteó y luego se demostró también que era falso”, dijo el fiscal sobre los ataques que recibió Alexa en redes sociales cuando se divulgó que una mujer se había quejado de que la estaba ligando con un espejo en el baño de mujeres de un restaurante de comida rápida en Toa Baja.

Las ofertas de prueba que el fiscal hizo sobre el trío de jóvenes de 19 años no surtieron efecto en todos los casos ya que el magistrado Morgan concedió condiciones de fianza a Laboy García y Rivera Otero, las cuales el fiscal se propone elevar a la revisión del juez federal Gustavo Gelpí Abarca el miércoles.

Morgan explicó que las leyes solo le permiten aquilatar los delitos que pesan contra los acusados junto a las circunstancias personales de cada uno para concluir si serían un peligro a la comunidad o un riesgo de fuga, que son los dos criterios que controlan la decisión de otorgar fianza. “No me malinterpreten, los hechos de este caso son asqueantes, los hechos en este caso son desconcertantes, es desconcertante que (estos acusados) hablaran con alguien que alegadamente mató a Alexa, (pero) el gobierno no me ha puesto en posición de hacer esa conclusión de que, si no fuera por las acciones (de estos acusados), no estaría muerta”, expuso Morgan.

Su decisión fue distinta en cuanto al tercer acusado, Anthony Steven Lobos Ruiz, para quien el fiscal alegó que protagonizó un episodio violento en una oficina del Negociado Federal de Investigaciones (FBI), estando bajo custodia, que resultó en que causara daños a una pared y a sus manos. El historial del joven tampoco le provocó confianza al juez. “Me parece que en los últimos años ha estado guiando a 100 millas por hora y solo cuando se golpea con la pared (la acusación federal) es que se da cuenta de la realidad… ha tenido una vida llena de falta de estructura”, anotó el magistrado al resaltar que el joven ya tuvo violaciones de probatoria en un caso previo de escalamiento y que su conducta refleja “una cierta depravación que no estoy seguro se puede contener” con medidas de fianza.

La abogada Eleonora C. Marranzini argumentó que el joven lleva un tiempo con estructura en su vida, terminando sus estudios de secundaria y manteniéndose comprometido con sus estudios, empleo y con una nueva pareja con la que espera su segundo hijo, pero el magistrado mantuvo su determinación después de una discusión fuera de récord sobre la evaluación de salud mental a la que fue sometido el acusado.

Morgan también resolvió una controversia que hubo la semana pasada sobre si el crimen de odio que se le presentó a los acusados cumple con la definición de delito de violencia para efectos de la evaluación de fianza. El magistrado concluyó que sí es un crimen violento.

En su oferta de prueba, Contreras explicó los roles que el gobierno le adjudica a cada acusado en la conspiración para cometer un crimen de odio. Lobos Ruiz es el que se graba gritándole “la loca” a Alexa y diciéndole que “te voy a comer el culo, te vamos a matar”, video que luego sube a redes sociales y que le envía a su expareja alardeando. Laboy García tenía las balas de pintura, fueron a su casa a buscarlas y después fueron a casa de una tercera persona a quien el joven le compró una pistola de balas de pintura por $100. Entonces regresan al lugar donde estaba Alexa y Laboy García le dispara impactándola en por lo menos dos ocasiones con pintura amarilla. Entre el acoso inicial y dispararle pintura pasaron unos 20 minutos, dijo el fiscal. Finalmente, Rivera Otero fue el chofer en todo el episodio y usó un carro que estaba a su disposición, pero no a su nombre.

Además de la alegación de tener contacto con el sospechoso de asesinato esa misma noche, por lo que no está acusado, a Rivera Otero sí se le acusa de obstrucción a la justicia junto a Lobos Ruiz por ordenarle a este que borrara uno de los videos que se habían tomado.

Contreras resaltó a Morgan que Alexa, una mujer transgénero de 29 años cuyo nombre era Neulisa Luciano Ruiz, no hizo nada en contra de los jóvenes, quienes “sin provocación, sin justificación, sin ninguna razón legal (le) dispararon”. 

Me pregunto si a Neulisa le fallará la justicia…