(San Juan, 9:00 a.m.) Cada día que pasa la descomposición de los EE.UU. como proyecto de la modernidad es más evidente. Ayer hubo una revuelta popular entre facciones de los Proud Boys, de la derecha, y del grupo Antifa, de la izquierda anarquista, en la ciudad de Portland, Oregón. Sobre 300 personas se enfrascaron en una pelea con todo tipo de arma, dejando personas heridas, propiedad vandalizada y de forma evidente, en ausencia del estado. Mientras, los boricuas andábamos de compra y en la playa.
Este proceso hay que ponerle atención. Mientras Donald Trump, quien no es presidente pero se encuentra inmerso en una campaña electoral de organizar sus huestes, la administración de Joe Biden, el demócrata, colapsa. Es casi patético lo que no ha logrado ya en ocho meses el nuevo presidente. A esto se suma el colapso de Afganistán, y todo va de mal en peor.
Ahora bien, ¿cuál es el futuro inmediato para Puerto Rico? Aquí, literalmente, nadie se entera. El país está de pláceme, mientras Benito Martínez, mejor conocido por Bad Bunny se expresa que los EE.UU. no son dioses. Sí, no lo son, pero la intervención de él y otros del reggaetón, como ya se ha demostrado a partir de la experiencia de Cuba, no avala nada que no sea la promoción de regímenes de estatus quo para mantener la lógica del consumo. Bad Bunny no es político. Es un exitoso comerciante, que mientras la pandemia se vivió en su peor momento en el 2020, como Jeff Bezos de Amazon, su riqueza creció grandemente.
Por lo tanto, vamos a prestarle atención con seriedad a los eventos. Puerto Rico no es un concierto de trap. Puerto Rico es una nación que hay que rescatar y enfocar para un destino que todo indica es inmediato. El colapso de los EE.UU. ya vivió. ¿qué esperas Puerto Rico? Dale rompe con ellos. Declárate libre. Pensemos.