Eterna vida “Cristy” Alfonso Mangual [la matriarca de la bomba mayagüezana]

Cultura

(San Juan, 9:00 a.m.) La reconocida folclorista, cantaora y bailaora de bomba mayagüezana, María Cristina “Cristy” Alfonso Mangual ha iniciado su viaje a la eternidad. La “Matriarca de la bomba mayagüezana” falleció en su hogar, por causas naturales, el pasado lunes, 23 de agosto.

Las exequias fúnebres de la “Voz de la bomba y la plena mayagüezana” se llevarán a cabo hoy jueves 26 de agosto y mañana 27 en la Funeraria Mayagüez Memorial, calle Méndez Vigo 189 oeste, entre las 2:00 y 7:00 p.m. Se seguirán estrictas medidas de seguridad debido a la pandemia del covid-19.

Los actos protocolares en honor a la “Reina del folclor y diosa de Dulces Labios” se llevarán a cabo el sábado 28 en el Museo Casa Grande, calle Méndez Vigo, entre las 9:00 y 10:30 de la mañana. Habrá un cupo limitado para 50 personas. Las honras fúnebres comenzarán con un recibimiento con pleneros y terminarán con un belén (canticos de bomba para difuntos) dentro del Museo.  Se permitirá un toque de bomba en las calles aledañas al Museo.

La comitiva fúnebre partirá del Museo a las 11:00 de la mañana hacia el barrio Colombia, luego transitará a través de la calle Ramón Emeterio Betances (antigua calle Post) hacia el Barrio Sábalos. El enterramiento se efectuará en el Cementerio Municipal Nuevo en Sábalos.

Los restos mortales de Cristy fueron encontrados por su “ahijada” en la bomba, la folclorista Milagros “India” Ivette Rosado Medina.

“Estoy destruida. Se me fue mi madrina cultural”, dijo una emocionada India Ivette. “Se nos fue la matriarca de la bomba y la plena, el ícono mayagüezano más humilde y a su vez más grandioso que tiene Mayagüez. Se nos fue la mamá de los pollitos”.

En la tradición de la bomba, madrina y padrino, son los títulos otorgados a los maestros del legado y ahijado es como se conocen a los discípulos cuando son adoptados dentro del núcleo familiar (algo similar ocurre en la santería cubana).  

“Estoy sorprendida. El domingo en la tarde estuvo en el colmado Las Delicias donde se reunía a cantar con amigos y residentes del barrio Colombia de Mayagüez. Ella tenía sus achaques, pero lo menos que esperaba era esto”.

“Te quiero con la vida” era el saludo que identificaba a Cristy”, añade Ivette. “En él se encerraba su inmenso amor por todos aquellos que conocía y su compromiso con el legado cultural que representa”.

La venerable matriarca no solo cantaba bomba y plena. Era amante de la música romántica y una grandiosa interprete del bolero, lo que quedó demostrado cuando obtuvo el segundo lugar en el certamen Voces Expertas en el año 2018.

Cristy también era amante del seis y otros ritmos tradicionales puertorriqueños que escuchamos usualmente en las navidades.

“Madrina tenía una voz estruendosa, era una gran bailaora y una amante de la puertorriqueñidad. Vivía su legado a plenitud. Se sentía muy orgullosa de sus raíces y afirmaba en todo lo que hacía el legado de sus padres”.

Como bien expresó India Ivette, Cristy Alfonso Magual fue heredera de una tradición ancestral que honró hasta su último suspiro. El amor por la bomba, la plena y su afirmación identitaria como puertorriqueña negra lo heredó de sus padres, las inolvidables leyendas bomberas, Domingo Aristalco Alfonso Byrón (pronunciado Birón, no Bairon) y Marta Mangual. Cristy nació en el barrio portuario mayagüezano Dulces Labios, famoso por sus bailes de bomba, un 24 de septiembre de 1951. Falleció 31 días antes de cumplir los 70 años.

La estruendosa voz de Cristy, su dominio del arte de la bomba mayagüezana y su compromiso con la perpetuación de la tradición la hicieron una figura icónica en la Sultana del Oeste.

La Matriarca fue en sus años juveniles una reconocida atleta.

“¿Quién en Mayagüez no conoció a Cristy? Recuerdo que siempre en el palo encebao en la sabana era quien se ganaba los chavos comiendo cebolla. Jamás la olvidaré como atleta en los fieldais” de la Piloto (Escuela María Dolores Faría en la playa de Mayagüez) nadie le ganaba a nuestra Cristy ...Ve en paz”, expresó Sailu Valentín, amiga de la juventud, en la página de Facebook Recordando a Mayagüez.

Cristy fue parte del grupo de bomba Ballet Sepia durante las décadas de 1960 y 1970. En el 2006 se integró al Grupo Yagüembé (bomba) del maestro Ramón “Papo” Alers y desde el 2012 hasta el momento de su fallecimiento perteneció al grupo La Raíz Bomba de Mayagüez.

Alfonso Mangual fue progenitora de tres hijos: Freddy Christian, Héctor Giovanni y Yannis Vélez Alfonso.

María Cristina fue empleada del Municipio de Mayagüez.

En un toque muy personal, el fallecimiento de Cristy me ha dolido profundamente. La admiro y admiraré hasta el final de mis días. En mi cumpleaños 60 le cantó una bomba en honor a mi madre que me desgarró el corazón.

Un fuerte y sonoro aplauso.

Suene el fotuto y repiquen los tambores, la MATRIARCA hace su entrada majestuosa al altar de la Patria. Descanse en paz María Cristina “Cristy” Alfonso Mangual.

En una nota aparte, debemos señalar que la bomba mayagüezana es el resultado de la mezcla de ritmos haitiano, de Nueva Orleáns y puertorriqueño. Al oeste isleño llegaron varias migraciones francesas, las primeras fueron en 1775 y la segunda entre 1791 y 1803, la primera huyendo de las guerras napoleónicas y la segunda de la revolución haitiana. Estos franceses trajeron con ellos sus esclavos. En 1803 a esta migración se le unió una de franceses que llegaron a la Isla desde Lousiana cuando esta fue vendida a Estados Unidos por el gobierno de Napoleón.  A partir de 1815 comenzaron a llegar grupos corsos (ciudadanos franceses) y holandeses con sus esclavos que aportaron a la formación de la bomba como la conocemos hoy día.

La bomba mayagüezana es descrita en un trabajo redactado por César Colón Montijo, citando al folclorista Alberto Galarza, como una “más comedida y elegante, en la que los piquetes se marcan con los pies y las faldas vuelan de los hombros hacia abajo”. Esta bomba “se tornó más agresiva cuando se transformó en cangrejera, donde las faldas vuelan más arriba de los hombros como mariposas. Ambos estilos contrastan con la vertiente loiceña, mucho más rápida, de movimientos bruscos en hombros y caderas”.

El grandioso patriarca de la bomba mayagüezana Papo Alers contó en una charla presentada en la Escuela de Bomba y Plena Caridad Brenes de Cepeda (en Santurce), que en Mayagüez hubo varias escuelas de bomba, muchas de ellas desaparecidas porque sus descendientes no perpetuaron su legado. Una de las mayores pérdidas culturales fue la desaparición de los cantos de bomba en creole entonados por el clan Honoré de la calle Víctor Honoré en Dulces Labios. Otras vertientes de la bomba mayagüezana desaparecidas incluyen la de la familia Soler, la del Barrio Buena Vista, las de Sayo Barbot que cantaba la bomba en francés, holandés y patuá, las de Gregoria Delori (emigró al barrio Bélgica de Ponce) y la de Asunción Caballeri, conocida como Mamá Ton Ton, quien fue esclava, estaba marcada por el látigo, falleció a los 107 años, y fue maestra y madrina de bomba de Alers.  

Las nuevas generaciones asocian la bomba con la familia Cepeda, pero lo que pocos saben es que esta tuvo sus orígenes en Mayagüez. Marcelino Cepeda Chaniers, bisabuelo de don Rafael Cepeda, Patriarca de la bomba y la plena”, emigró a Ponce en busca de trabajo años después de la abolición de la esclavitud. Los Cepeda llevaron su legado musical a Guayama, Puerta de Tierra y finalmente a Villa Palmeras en Santurce, donde la bomba mayagüezana se convirtió en cangrejera.

Es importante preservar el legado cultural de nuestros ancestros. No historiar la cultura y sus representantes los sentencian al olvido. La cultura puertorriqueña es sumamente rica y como un ente vivo evoluciona, sino resguardamos para la memoria colectiva nuestra diversidad cultural veremos desaparecer importantes retazos de quienes somos como pueblo. Unamos esfuerzos para rescatar la aportación de todos los grupos que han aportado a nuestra identidad como puertorriqueños.