La Iglesia Católica con la hostia en la mano [evitando el contacto del Covid-19]

Justicia Social

(San Juan, 1:00 p.m.) La Conferencia Episcopal Puertorriqueña, ante el alza de casos de Covid-19 y los estragos que está causando la variante Delta, determinó tomar medidas, entre ellas reservar lugares para los no vacunados, dar la comunión solo en las manos, obligar a los sacerdotes a vacunarse y prohíbir a los curas dar exenciones a los feligreses para no vacunarse.

En un decreto, se establece que “a los fines de evitar contagios o brotes en las parroquias, ante la presencia de la variante Delta, el alza de casos y del índice alto de positividad, en nuestras respectivas diócesis y parroquias estaremos reservando un espacio para los no vacunados en la celebración litúrgica de la Eucaristía y otras celebraciones litúrgicas. Esta medida la tomamos por su propia seguridad, por la de los sacerdotes, religiosos, religiosas y también la de familiares y feligreses de las parroquias”.

Además, sugiere que “los no vacunados al menos por el tiempo presente y hasta una ulterior determinación de la Conferencia, se abstengan de participar en las demás actividades comunitarias presenciales de las iglesias y sigan aplicando con rigor las conocidas recomendaciones sobre el uso de mascarillas, lavado de manos, distancia física, etc. Les recordamos que el precepto dominical no obliga cuando hay una causa excusable razonable como lo es la pandemia. Se exceptúa de esta norma a aquellos que no pueden recibir la vacuna por no tener la edad dispuesta por el CDC o el FDA y a aquellos que cumplen con los requisitos para la exención médica”.

También, se mantiene vigente la norma de que la comunión será distribuida únicamente en las manos.

A su vez, “y los fines de proteger a nuestros ministros y fieles, efectivo el 15 de septiembre del 2021 todos los sacerdotes y diáconos que participen en las liturgias deben estar vacunados o al menos haber recibido la primera dosis. Presentarán su certificado de vacunación a los cancilleres de nuestras diócesis en o antes del 15 de septiembre del 2021”.

Igualmente, desautoriza en las diócesis que “sacerdotes, diáconos o agentes de la Iglesia comparezcan ante notarios a declarar bajo juramento las exenciones por razones religiosas ya que no hay fundamento en la enseñanza moral de la Iglesia para rechazar los requerimientos de vacunación. Aunque los fieles son responsables de sus propias acciones, cortésmente debemos clarificar que no pueden usar de fundamento las enseñanzas morales de la Iglesia Católica para rechazar las vacunas”.

“Tampoco estaremos aceptando declaraciones juramentadas que afirmen que las enseñanzas de la Iglesia son fundamento para rechazar la vacunación o texto similar ya que dicha aseveración no tiene fundamento en la enseñanza moral de la Iglesia. De la misma forma, ningún otro patrono o entidad pública o privada estará obligada a reconocerlas”, añade el documento.

Asimismo, indica que “los empleados y voluntarios que realicen sus labores o servicios de manera presencial deben estar vacunados completamente para el 15 de septiembre del 2021. Después de esa fecha, de no estar completamente vacunados, no podrán ejercer sus funciones o prestar su servicio en nuestras diócesis”.