(San Juan, 1:00 p.m.) José “Fofito” Morales se suicidó el pasado domingo a la luz de una serie de acusaciones que se habían desatado en su contra en la página de redes sociales “Yoteacuso”. En paralelo, José Alfredo “Fredo” Vega Ortiz, quien interpreta el personaje Magda, en el día de ayer radicó querellas criminales, tanto a nivel estatal como federal, contra personas que lo están acosando en las redes sociales, producto de su intervención artística en una escuela en Aibonito.
Ambas historias denotan el manejo de acusaciones, odio y persecución en las redes sociales. Las mismas no tienen ningún sistema de regulación, salvo las que impongan los propietarios, como ha sido el caso de Twitter y de Facebook. Por lo que, estamos en un momento de país, que hemos vuelto a la época primitiva del colonialismo español, cuando los colonizadores mataban a las poblaciones indígenas o esclavizadas del país, sin ninguna garantía de debido de ley.
El caso de Fofito Morales, el suicidio producto de una serie de acusaciones, con o sin fundamento legal aunque ninguna culminó en acusaciones en su contra, aparentemente provocó su suicidio. Esto no se debe tolerar. Las páginas de autoayuda cibernética se deben de fomentar, pero no deben ser para exposición sin consecuencia. Si usted hace una denuncia, lo normal es ir a radicar un caso criminal, pero no puede ser solo para denunciar y de esta forma fomentar un estado de derecho privado, carente de derechos.
Situación similar vive Fredo Vega Ortiz, mejor conocido por Magda. Ahora bien, éste mejor asesorado legalmente que Fofito Morales, acudió a las autoridades para imponer una acción criminal en contra de sus perseguidores. Ya veremos como se resuelve, pero lo mismo debe resultar en bienestar para su calidad de vida, mientras que a sus acusadores sin fundamento, se les reglamenta o se las sanciona. Es momento de actuar por los derechos de todas y todos. Pensemos.