Respeto por igual, a los vacunados y no vacunados

Salud
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Fue el 15 de marzo de 2020 cuando la gobernadora Wanda Vázquez emitió la primera Orden Ejecutiva, Boletín Administrativo Número: OE-2020-23 declarando estado de emergencia luego de registrarse los primeros casos de Covid19 en la Isla. Desde ese entonces hasta el presente el país ha estado viviendo de Orden Ejecutiva en Orden Ejecutiva. Las últimas Órdenes emitidas por el gobernador han hecho de la vacunación prácticamente una obligación para todos los ciudadanos del país.  Las órdenes establecen dos criterios que eximen de la vacunación, estos son: razones médicas o motivos religiosos. De no vacunarse se les exige a las personas presentar un resultado negativo de Covid19 realizado dentro de un término máximo de 72 horas. Cada Orden Ejecutiva emitida amplía más los lugares a los que se le exige a sus empleados y visitantes cumplir con estas directrices.

Las vacunas que existen en el mercado (Pfizer y Moderna) no han sido aprobadas por la FDA sino autorizadas para su uso, por lo cual las personas están en todo su derecho de escoger entre vacunarse o no vacunarse. Sin embargo, la forma en cómo se ha presentado a estas personas que han decidido no vacunarse ha generado un ambiente de discrimen a dichas personas y un ambiente de odio. Hay un factor de salud y es la necesidad de controlar el virus. Cuando no existía la vacuna los CDC emitieron unos protocolos de seguridad como el uso de mascarilla, distanciamiento, lavado de mano, etc. para controlar la propagación del virus. Las Órdenes Ejecutivas emitidas en ese momento ante esos protocolos de seguridad obligaban a limitar la capacidad de muchos establecimientos. Medidas que no eran simpáticas para una economía que se mueve a mil por hora. Una vez autorizadas unas vacunas que se debe recalcar que el tenerlas no implica que las personas no puedan portar o transmitir el virus han creado cierta seguridad en una población que está desesperada por volver al tren de vida que llevaban antes de que se declarase la pandemia.

Puerto Rico como todo el mundo está sufriendo el Covid19. Sin embargo, las medidas que está tomando el gobierno de Puerto Rico están creando un ambiente de discrimen intolerable. La Real Academia Española (RAE) define discriminar como “dar trato desigual a una persona o colectividad por motivos raciales, religiosos, políticos, de sexo, de edad, de condición física o mental, etc.” lo que se está dando en la Isla. A las personas no vacunadas se les está negando el acceso en servicios tan esenciales como lo es la salud. Condicionar un servicio médico a una tarjeta de vacuna o una prueba negativa es una forma discrimen. Se presenta en la prensa a las personas no vacunadas como irresponsables. Se escuchan epítetos como “los anti-vacunas”. Se está creando un ambiente de discrimen que se está dando por bueno en nombre de un alegado “bienestar social”. Perdiendo de perspectiva con esto que el bienestar social se logrará cuando exista respeto para todos. Los protocolos de seguridad se deben continuar exigiendo tanto a vacunados como a no vacunados.  Quien decida vacunarse se respeta y quien decida no vacunarse también se respeta y no se le penaliza exigiéndole una prueba negativa cada vez que tenga que recibir servicios. El respeto es para todos.