(San Juan, 9:00 a.m.) Con el apoyo del pueblo de Puerto Rico, los estudiantes del Recinto de Mayagüez de la Universidad de Puerto Rico, cerraron hoy su campus: sin luz eléctrica no se puede estudiar. Ejemplo nacional de la indignación de un pueblo ante el proveedor mediocre del sistema de distribución eléctrico del país, llamado Luma.
Por lo tanto, si bien nos hemos cansado de que en las pasadas 72 horas, la vida social y humana, así como la comercial, se han debilitado producto de la falta de servicio eléctrico en el país. Ante esto, el gobernador de turno, Pedro Pierluisi, y miembro del Partido Nuevo Progresista (PNP), nos explica diariamente, con mucha tranquilidad que esto es “casi eterno”. Que el problema va a durar por lo pronto un año. Para nosotros, el pueblo, es pensar la pobre calidad de vida que como boricuas hemos tenido a partir del 2017 y el huracán María. No es posible. No es tolerable.
Por lo tanto nuestra indignación debe ser hoy de forma inmediata contra Luma. Debemos pedir que su contrato sea terminado y que se inicie un proceso alterno de provisión de servicio eléctrico o por la propia Autoridad de Energía Eléctrica, o por otro proveedor que nos resuelva el problema. Lo que no podemos es seguir viendo a Luma ser incompetente y maltratarnos como consumidores.
De otro lado, la persona que es responsable del desempeño de Luma, lo es a fin de cuentas, el gobernador de Puerto Rico, Pedro Pierluisi. Es él, el responsable de que Luma continúe, sea despedido o rectifique la situación. Por lo que se va Luma, y si no se va y continua el maltrato, iniciaremos un movimiento para exigirle la renuncia al gobernador. Necesitamos que alguien nos dirija y el que lo haga bien, en el mejor interés del pueblo de Puerto Rico.
El tiempo apremia. ¿24 horas? ¿48 horas? ¿72 hora? O Luma o Pierluisi, pero alguien tiene que responder ante la crisis actual que atraviesa el país. Pensemos.