Alto al genocidio cultural contra los boricuas [¡tiempo de tirarnos a la calle!]

Justicia Social

(San Juan, 1:00 p.m.)  Por cuarta ocasión en lo que va de semana, me entero que entre empresas locales y empresas de los EE.UU. están forzando a comunidades boricuas a venderles sus propiedades a bajo precio para tornarlas en viviendas de lujo a alto costo.  Esto es así en Guayama, en Santurce, en Rio Piedras, en San Juan. 

Se trata de la nueva expresión de la lucha de clases en Puerto Rico, donde y a partir de la Ley 22-2012, los especuladores de bienes raíces están tratando de transformar el país. Es momento, ante este cuadro, la debacle de seguridad, y la intervención indebida de la Junta de Supervisión Fiscal en nuestra vida diaria, requiere que nos tiremos masivamente a la calle como parte de la protesta social.

Esto en teoría se llama la genocidio cultural.  Es decir, la destrucción del patrimonio cultural nacional, y la transformación de este en un enclave de una “cultura universal”.  Las comunidades con que he compartido tanto en sur de la isla como en el norte, todas se sienten oprimidas por desarrolladores nacionales y americanos de los EE.UU., que están intentando sacarlas de sus geografías históricas.

El cuadro es de opresión, pero todo indica que el futuro de Puerto Rico, a lo Edwin Miranda del hoy extinto grupo COI, es de vivir en un “Puerto Rico sin puertorriqueños”.  En otras palabras, por vía del Chat de Telegram dirigido por Ricardo Rosselló se articuló un proyecto de genocidio cultural.  Terrible. Es momento de tirarnos a la calle.  Pensemos.