(San Juan, 12:00 p.m.) En días recientes, por todos lados, hemos escuchado el mismo comentario: “un grupo de inversionistas me vino a comprar mi propiedad”. Fincas, casas, edificios, predios, en fin, hasta su corazón está en interés hoy de los inversionistas locales y de los EE.UU. que andan comprando propiedades a diestra y siniestra.
Por mucho tiempo habíamos pensado que era solo Dorado, Rincón y el Viejo San Juan. Ahora nos enteremos que es Santurce, Rio Piedras, Guaynabo, la Cordillera Central y todo que esté a venta barata. En esta medida, hemos regresado a las primera décadas del Siglo XX, cuando los capitalistas americanos por vía de las corporaciones de la azúcar, habían venido a “tomarse” todo Puerto Rico.
Contrario a otros momentos de la historia, en este momento los inversionistas locales y de los EE.UU. se enfrentan a una población reduciéndose, luego de haberse expandido de forma urbana. Eso tiene el efecto de tener menos gentes con muchas propiedades disponibles.
Por otro lado, está la política abierta del gobierno del Partido Nuevo Progresista de hacer disponible a la inversión extranjera la toma del país. Esto incluye el rol complejo del DMO, que está promocionando un turismo continuo a la isla, de personas que vean a Puerto Rico como una oportunidad y experiencia. Entonces, el DMO está vendiendo el país.
Finalmente, la Junta de Supervisión Fiscal ha tenido el efecto de alentar y alertar a otro tipo de inversionista de que Puerto Rico está en quiebra y es momento de comprar todo el país a precios “de pescado abombado”.
En fin, es momento de insertarnos en el presente cambio cultural y hacer algo. Vivimos un saqueo que está impactando a la isla en todas sus extremidades. Tenemos que volver a los tiempo de “no venderle tu tierra al extranjero”. Pensemos.
Vuelve la cultura del saqueo [de los inversionistas americanos]
