Líderes debaten varios temas en Primer Debate a la Gobernación

Política

Seis candidatos se enfrentaron en el primer debate para la contienda gubernativa en un evento que se caracterizó por ataques entre los dos candidatos de los partidos principales y un llamado para la unidad de los cuatro partidos minoritarios.

El Gobernador Luis Fortuño del Partido Nuevo Progresista (PNP), quién no ha sido favorecido por las encuestas, insistió en que un voto por su principal oponente, Alejandro García Padilla del Partido Popular Democrático (PPD), representaría un retroceso, a pesar del pobre estado de la economía actual, los problemas sociales y la notoria criminalidad de los útimos años. En un momento dramático, García Padilla se salió del podio para exigirle a Fortuño que le diese una explicación a un hombre con perlesía cerebral que perdió su empleo hace tres años cuando se despidieron varios servidores públicos. Esta persona, Carlos Correa, que estaba en el público, protagonizó un controvertible anuncio en el que denuncia su despido. Pero ha salido a relucir que era un empleado temporero cuyo contrato expiró durante el primer mes de la gobernación de Fortuño. Durante este momento atrevido fue que García Padilla lució más enfático. En los demás turnos no se proyectó con mucha fuerza, titubeando en algunas de las preguntas.

Por otra parte, Fortuño hizo una defensa de su Gobierno, alegando que Puerto Rico ya ha pasado por lo peor de su crisis económica y está en camino a la recuperación gracias a sus políticas. En el debate se discutieron los temas de la economía, el crimen, la educación y la relación de los Estados Unidos y Puerto Rico. Fortuño también hizo alardes de su lucha contra el crimen, mientras los candidatos minoritarios atacaron el enfoque del nuevo código penal que aumenta las penas y las convierte en fijas, diciendo que para combatir el crimen efectivamente hace falta un enfoque social, educativo y de rehabilitación. No hay una sensación en la Isla de que ni la economía ni el crimen estén mejorando, lo cual pudo haberle restado credibilidad a Fortuño.

Las estrellas de la noche fueron los cuatro candidatos minoritarios, incluyendo a Juan Dalmau de Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), el tercer partido tradicional. Puerto Rico es un territorio de los Estados Unidos, y los partidos tradicionales se dividen por las preferencias de status, el PPD favoreciendo el status quo y el PNP abogando por qué Puerto Rico se convierta en un estado de los Estados Unidos. A pesar de la oposición de varios líderes en su partido, y en lo que se considera una movida para resaltar su candidatura, Fortuño decidió añadir un plebiscito sobre el status el mismo día de las elecciones generales, el 6 de noviembre. El proceso elegido por él conlleva dos papeletas. En una, el votante respondería si está a favor del actual status, y en la segunda papeleta plebiscitaria, si ha votado que no, puede escoger entre las opciones de estadidad, independencia y Estado Libre Asociado (el nombre actual del territorio) en su versión soberana, status que no se ha definido enteramente. García Padilla pide un voto que sí se está conforme.

Los candidatos de los otros tres partidos, el Partido Puertorriqueños por Puerto Rico (PPR), el Movimiento Unión Soberanista (MUS) y el Partido del Pueblo Trabajador (PPT) atacaron a los dos partidos principales por usar el status para dividir al electorado en vez de unirlos para buscar una solución a los problemas del país. “El status no nos divide, nos dividen los partidos”, dijo el candidato del PPR, Rogelio Figueroa. Mientras tanto, Arturo Hernández del MUS y Rafael Bernabe del PPT favorecieron la asamblea constituyente del status.