(San Juan, 1:00 p.m.) En un fin de semana de jolgorio para el gobernador de Puerto Rico, Pedro Pierluis, quien preside el Partido Nuevo Progresista (PNP), y quienes sostuvieron su asamblea anual, a ritmo de ron, baile y reconfirmación que creen en la estadidad, un total de 13 hombres fueron asesinados. Las edades varían, como también el color de piel. Lo cierto es que mientras Georgie Navarro y Luisito Vigoreaux bebían un palo de ron, los hombres boricuas seguían siendo asesinados, y a nadie le importó.
La tasa de asesinatos a 31de octubre, ronda en el 2021, en un 14 por ciento por encima de la tasa de asesinatos para la misma fecha en el 2020. Por lo tanto, llevamos varios fines de semana que han sido muy violentos, y realmente hablando más allá de “tener un plan” el gobernador Pierluisi y la policía, no ha habido ningún resultado.
Por lo que 13 hombres asesinados en las pasadas 72 horas, equivale a algo muy lamentable sin solución aparente. Dicho lo anterior, las campañas educativas que los diversos movimientos feministas han desarrollado, muy bien se podrían expandir a la violencia intra género, la cual aqueja profundamente a la comunidad de hombres en Puerto Rico.
Es momento de plantear otra solución que no sea meramente la represiva ante la violencia en general, y en particular contra los hombres. Es momento de hacer algo distinto. Todo indica que la educación puede ser un remedio.