Gabo y Mercedes [un libro del recuerdo filial]

Agenda Caribeña
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El libro “Gabo y Mercedes, una despedida” que acaba de publicar Rodrigo García, el hijo mayor de Gabriel García Márquez, es un hermoso relato sobre los últimos meses del autor de “Cien años de soledad”. Rodrigo, que ha desarrollado una exitosa carrera como director de cine, logra un justo equilibrio en su crónica, a mitad de camino entre la intimidad y la distancia al relatar los sucesos familiares que ocurrieron a partir del momento en que el Premio Nóbel de Literatura cayó enfermo con un resfriado y la familia se dio cuenta de que no iba a sobrevivir.

Rodrigo tomó notas durante esos últimos días de su padre “con algo de culpabilidad, preocupado de no traicionar la vida privada de la familia” pero decidió que no publicaría su libro mientras su madre Mercedes Barcha estuviera viva. A “La Gaba”, como le decían sus amistades, le molestaba que tras la muerte del Gabo la llamaran “la viuda”. Mercedes falleció el 15 de agosto del 2020, tras lo cual Rodrigo decidió abrir las puertas de la casa en México a todo el público. Aunque revela muchos recuerdos de los últimos meses del escritor, Rodrigo tuvo el cuidado de no identificar a amistades cercanas y allegados que estuvieron cerca del escritor en esos últimos tiempos en que la demencia senil provocó que García Márquez no reconociera a familiares y amigos.

¿Por qué lo hizo? Gabriel García Márquez decía que lamentaba no poder escribir acerca de su muerte de manera que Rodrigo tiene que haber llegado a la conclusión de que tenía que hacer lo que no podía hacer su padre pese a que cuando su madre lo vio haciendo notas durante aquellos días le dijo “chismoso”.

Cuando una amiga le pregunta cómo le iba a García Márquez con la pérdida de memoria, la respuesta de Rodrigo fue: “vive estrictamente en el presente, sin la carga del pasado, libre de expectativas sobre el futuro”.

Rodrigo y su familia, residentes en Los Angeles, y Gonzalo y los suyos, que viven en París, estuvieron viajando continuamente a México durante esos tiempos difíciles en que el escritor fue mudado de la alcoba matrimonial a una habitación de invitados que en ocasiones se usaba como sala de proyección. Cuando Mercedes enfermó en el 2020, la pandemia del coronavirus impidió que siguieran viajando y se comunicaban todo el tiempo por celulares.

A Mercedes le fue muy difícil dejar de fumar, pese a los recordatorios frecuentes de su esposo, y en esos últimos tiempos recurrió a cigarrillos electrónicos. La única excepción fue cuando la enfermera le dijo que Gabriel había fallecido, ocasión en que fumó un cigarrillo de verdad.

En comentario aparte me referiré a la carrera cinematográfica de Rodrigo, del que tengo y he visto una docena de films: nueve que dirigió y tres en los que fue director de fotografía, uno de los cuales, El verano de la Señora Forbes, que dirigió Jaime Humberto Hermosillo, ha sido el único basado en textos de su célebre padre.

Gonzalo, por su parte es un destacado tipógrafo y diseñador gráfico, con larga experiencia en la imprenta y en los títulos de crédito del cine, que labora principalmente en París donde reside con su familia.

´Gabo y Mercedes, una despedida” es un hermoso testimonio de amor filial sobre quien muchos consideran es el escritor más querido en lengua española del siglo XX. Rodrigo abarca también los funerales y la cremación del escritor e incluye en su libro una segunda parte titulada “Los recuerdos en imágenes” con fotos importantes en la vida de Gabriel García Márquez. Un libro que recomiendo a todos los lectores del autor de “Cien años de soledad”.