Don't Look Up o el meteorito que nos va a pegar bien duro [y pronto]

Cine caribe

Es una película importante, pues en estos dias se habló mucho de un meteorito que nos iba a pegar, es decir impactar, aquí en la tierra.  Dicho esto, el meteorito no nos pegó, pero esta película tuvo la capacidad de contar una historia, verídica o no, que nos influenció. Sobre todo que logró mezclar de forma singular en el cuento, forma con contenido, sobre un meteorito que destruye la vida.

Don't Look Up (Dir. Adam Mckay, EE.UU. 2021) cuenta la historia de un científico, Dr, Randall Mindy (Leonardo Di Capri), que descubre junto a su asistente, Kate Dibiasky (Jennifer Lawrence) que un meteorito va a impactar la tierra. A partir de esto, todo es una gran historia que nos cuenta cómo piensa el mundo. Sobre todo, que el cíéntifico y su asistente, candidata a doctorado en astrofísica, intentan explicarle al mundo la importancia del evento.

Mientras, llegan a la NASA y luego a la Casa Blanca, donde una simpática y extrovertida presidenta, llamada simplemente Orlean (Meryl Streep), lo toma a chiste y relajo. Todo con su jefe de gabinete, Jason Orlean (Johan Hill), Si, si, igualito. Como Donald Trump, Sr, Donald Trump, Jr., y el resto de su familia trabajando en la Casa Blanca.

Dicho todo esto, la película no solo maneja el sarcasmo contra la hoy moribunda institución de la presidencia americana. Sea bajo el pasado mandato de Donald Trump o el actual de Joe Biden, es una institución que ha perdido mucho respeto. Dicho esto, entonces, se introduce la figura de los futurólogos, a lo Elon Musk o Jeff Besos.  Esto se hace a través del personaje de Dr. Peter Isherwell (Mark Rylance) quien expresa ideas tal si fuera Besos sobre el futuro de la tierra, o Musk sobre la explotación de los minerales en el espacio.

En fin, y sin ánimos de contarles el final, luego de mucho sarcasmo, todo concluye al final. Pero como en la película de Elysium (Dir. Neil Blomkamp, EE.UU., 2013), los sobrevivientes tienen una válvula de escape. Ojo, el sarcasmos es duro y puro hasta el final.

Hay que verla, pues todo el mundo indica que es la película a premiar. Todas las actuaciones son magistrales.