(San Juan, 1:00 p.m.) Pedro Pierluisi, el gobernador de turno de Puerto Rico, firmó la más reciente Orden Ejecutiva, la cual entra en vigor hoy, por la cual se levanta nuevamente un toque de queda. A las 12am, toda actividad social, pública o privada, consumo de alcohol, quedan prohibidas hasta las 5am. En adición, toda actividad social de más de 250 personas, también están prohibidas. Volvemos a los tiempos del estado autoritario. ¿Podemos tener sexo en la madrugada?
Lo que curiosamente no prohíbe la orden que usted salga de madrugada. Lo que prohíbe es que socialice. Por lo tanto, puede usted hacer ejercicios de madrugada y tomarse en la vía pública una “maltita”. Pero no intente darse un palo de pitorro, pue será una violación. Absurdo todo.
De igual forma, el gobernador Pierluisi lleva días indicándonos que la tercera vacuna contra el Covid-19, el llamado refuerzo, comienza a ser compulsorio para ciertos sectores sociales. A manera de ejemplo, la Universidad de Puerto Rico a nivel sistémico, estableció que todos los empleados docentes y no docentes, así como los estudiantes, para volver al mundo presencial, deben de tener la tercera dosis de la vacuna. Se impone el control social por vía de una pandemia.
Finalmente, es momento de comenzar a cuestionar si la pandemia no se controla más, como otros modelos de país han hecho, en este caso Mexico y Suecia, permitiendo que la población desarrolle su propio sistema inmunológico. Hay muertos como muertos ha habido en los EE.UU. o Puerto Rico. Lo que no han permitido es la intervención indebida del estado en la libertad de las personas.
Estamos ante tiempos muy difíciles. ¿No será momento para cuestionar la política pública del estado y luchar por nuestra libertad? Pensemos.
¿Cuántas vacunas más para volver a la normalidad? [tiempo de detener a Pierluisi]
