Hace varios días la economista Heidi Calero, en uno de esos programas que evalúan el estado del país, efusivamente dijo que las pensiones se tenían que recortar porque había mas gente pensionada que los que estaban trabajando, concluyendo con la expresión “puñales, ¿vamos a ver si alguien entiende?”. Discrepamos de sus expresiones basadas en que el recorte a las pensiones porque es necesario porque en el país hay más viejos que jóvenes.
Es cierto que la población joven se ha fugado del país, y que hay un grave problema de empleomanía. Esto, sin embargo, no es un fenómeno exclusivo de Puerto Rico, sino que también está sucediendo en el Estados Unidos. Tal vez se deba dar una mirada a Portugal donde hace años hubo una situación similar, la fuga de jóvenes fue altísima y la población adulta era mucho más. El colapso del sistema era inevitable. Pero, distinto a esta colonia, ellos no estaban maniatados y pudieron dar un frenazo reinventando el país y ofreciendo incentivos a jóvenes y profesionales.
El problema con las expresiones de Calero es que vienen desde el privilegio. Sí, porque ella debe tener su buena pensión asegurada para sostenerse en la vejez. Ese no es el caso de muchos miles de empleados que estuvieron por años apostando por una buena administración de sus pensiones en las arcas del gobierno de Puerto Rico. Las pensiones son sueldos que ganaron esos empleados públicos y profesores universitarios, pero que por distintas leyes debían descontarse de sus sueldos un porciento, precisamente para poder tener una vejez digna al momento de su bien merecido retiro.
El problema es que los partidos que han gobernado este país han faltado a su deber de fiducia y su responsabilidad de manejar adecuadamente los fondos de retiro de los empleados. Se los fotutearon para distintos propósitos hasta dejar en precario el sistema de retiro. Eso es parte del problema de la deuda pública que tiene este país y por lo cual nos han endilgado a la Junta de Control Fiscal. El problema del país es uno mixto de corrupción y malversación de fondos por gobernantes azules y rojos, y de nuestro estado colonial.
A los jóvenes y los profesionales del país, el gobierno los ha botado con sus legislaciones que reducen significativamente y graban los sueldos con una infinidad de impuestos y gastos que hacen incosteable la vida en este país. Recordemos que los beneficios fiscales, como los de la Ley 20 y 22, se le dan a los que el gobierno conceptúa como “extranjeros ricos”. ¿Porque no se ofrecen incentivos similares a empresas locales? La solución es subir sueldos a jóvenes, dar incentivos a empresarios locales y crear un país que sea autosostenible. Pero no, para los politiqueros su mejor idea es que la población sea una mantenida y que sigamos como limosneros pidiendo cada vez más y más fondos federales.
Buena cosa seguir con el mantengo y sin proyecto de país. Así definitivamente el objetivo de “un Puerto Rico sin puertorriqueños” será una realidad. A mí no me sorprendería que, a alguien, en un futuro próximo, se le pueda ocurrir promover la eutanasia para los viejos después de cierta edad para evitar con el pago del retiro, salud, ni ayudas de ninguna clase. La solución de los problemas económicos del país no es dejar a los viejos más empobrecidos y siendo mendigos del sistema. A ver si entiendes tú, “puñales no se juega con el retiro de los viejos”.