“food for thought”

Fogón Caribeño
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Esa expresión tan usada en los Estados Unidos revela una relación que desde distintas idiosincrasias y latitudes existe entre el pensamiento y la comida. Las ideas son, en cierta medida, “comida” para el pensamiento. La relación, es aun más literal de lo que sugiere la cita, pues la comida tiene efecto en la capacidad del cerebro para pensar. Hay comidas que estimulan y otras que cansan, unas que adormecen y otras que nutren, en fin, que el efecto de lo que comemos llega hasta aquello que pensamos o dejamos de pensar.

Las expresiones coloquiales no se quedan ahí. Cuando a una persona se le entiende como inteligente o entusiasta del estudio se le llama “come libro”. Se interpreta la actividad intensa del pensar y leer, con la de ingerir alimentos. No solo leemos, sino que nos ‘devoramos’ los libros. Si queremos escuchar ideas o leer sobre algo decimos que tenemos “hambre” de lectura o de ideas nuevas, o que hay “hambre” tal o cual discusión de ideas.

Entonces, la relación de la comida con el conocimiento está en donde quiera y vale la pena pensar o imaginar qué tipo de comida combina bien con tal o cual lectura. Por ejemplo, se asocia el café y el desayuno con la lectura del periódico, posiblemente porque el periódico se lee en la mañana ya que trata de noticias de cada día. ¿Qué tipo de lectura combinaría con un plato de arroz con gandules? ¿O con un mondongo dominical, para los que comen vísceras?

En las últimas décadas hay un gran auge de libros de comida. En Puerto Rico hay libros sobre fondas y lechoneras, sobre recetas de todo tipo, y hasta una nueva edición del Cocinero Puertorriqueño, tal vez el libro más antiguo de cocina en el territorio-país. Tal vez se deba a que la comida se asume como una gran mercancía en la era de la dictadura del mercado y el capital, la cual se ha concentrado mucho en sacarle riqueza a los alimentos. No en balde muchas ciudades reorganizan su espacio para desarrollar ‘distritos’ culinarios, y hay canales de televisión dedicados al tema. Nada, solo algunos bocados de ideas que sirven para pensar: “food for thought”.