Fuego, fuego, fuego, el mundo está en llamas

Economia Solidaria

Vemos las noticias de Grecia, y lo vemos en llamas. Vemos las noticias de España, y lo vemos caldeándose. Vemos las noticias de Chile y sentimos el calor. En fin, que ante la crisis del capital y el mercado, que nos viene arrastrando desde el año 2008, ahora se suma la crisis de los estados. Pero no de cualquier tipo de estado, sino del estado benefactor, en cualquier formato, que ahora adviene a su final.

El problema ya no es el capital, aunque tampoco éste es la solución. Lo cierto es que de las reformulaciones en los procesos de acumulación que trazó el capital una era, y sigue siendo, pagar menos contribuciones al estado. Además, redujo considerablemente sus plantillas de trabajo, deshaciéndose de una buena partida de empleados. El efecto de la pérdida de empleos, es que menos gente tributa, consume y mantiene un nivel de vida de clases medias. En esta medida, y por la puerta trasera, el capital acabó debilitando la estructura de clases sociales pre-existente a la crisis (clase = consumo) y de paso, terminó también debilitando al propio estado.

Algo de esto hay en Grecia. Se trata de un estado que desea invertir menos en los beneficios sociales a favor de la población, y que también tiene menos tributos para invertir. En esta medida, los estados tradicionalmente benefactores hoy no tienen la liquidez para garantizar los beneficios y victorias del pasado. Su única solución es negar beneficios y reducir el gasto gubernamental. Esto se traduce en gente en la calle, pagando más tributos al estado (pues el estado siempre tiene necesidades que cubrir) y más que nada la implementación de políticas de austeridad que redundan en desregulación, privatización y pérdida de calidad de vida.

Me hago una pregunta ante el cuadro anterior: ¿y si le preguntamos a los griegos que están en la calle quemando media Atenas, por aquello de ser democráticos, cómo ustedes resolverían la crisis, qué podríamos esperar como contestación? Realmente no sé, pero debe ser mejor que el momento actual. En todo caso, yo me iría con el canta-autor puertorriqueño Roy Brown, cantando en alto, ¨fuego, fuego, fuego, el mundo está en llamas¨.