Otra justicia es posible

Justicia Social

Otra justicia sí es posible. En particular, cuando existe voluntad para hacerlo. Nuestros lectores nos comentan, que el problema de la criminalidad no se resuelve fácilmente, y que pensar que el perdón es lo suficientemente importante como para resolverlo, sin lugar a dudas puede ser una ingenuidad. Ahora bien, pedir perdón, es parte del proceso que nos ayuda a pensar en otra justicia. No obstante, el problema no yace en ese momento, sino pensar porque se comete un acto criminal. Este momento es el que hay que examinar. Ahí coincido con los que nos leen. Pero no importa la razón, sigo pensando que construir otro tipo de justicia, si es posible.

Pero veamos, hagamos una pregunta diferente: ¿Si se eliminan los delitos existentes, digamos solo algunos, bajaría los índices de la criminalidad? La contestación es que si. La criminalidad está aparejada a las definiciones que la definen. En esa medida, cambiar definiciones y artículos del Código Penal es limitar lo que identificamos como un acto criminal. Superada la definición, podríamos pensar que la criminalidad puede cambiar. Esto sería solo un primer punto. Pero es un asunto de vital importancia. En la medida que cada vez más vivimos en sociedades altamente criminalizadas, muchas actividades sociales que en el pasado no se consideraban criminales, hoy si lo son. Tomen por ejemplo el caso del algunos municipios en Puerto Rico, en los cuales consumir bebidas de alcohol en la vía pública constituye un delito (infracción de ordenanza municipal) con una multa bastante elevada: el pago de $500.00. Asís las cosas comenzar a eliminar una serie de delitos, nos podría reducir dramáticamente la tasa de actividad criminal.

Ahora bien, cambiar nuestra percepción de lo que constituye un acto criminal, es el primer paso de la conversación. Pero, ¿cómo procesamos a las personas que son arrestadas por cometer un acto criminal? Pensaría yo que se le puede aplicar otro tipo de justicia, un tanto más reconciliadora. Digamos que aplicamos el concepto de justicia restaurativa, la cual es menos punitiva, integra a la víctima como al agresor/agresora, y aplica modelos de mediación para superar las diferencias que existan entre las partes. Esto podría ser otro comienzo.

Pero finalmente pensaría yo que podríamos desarrollar un proceso de educación profundo que nos permita concentrarnos en transformar las conductas que vemos como delictivas y que afectan el bienestar de la comunidad y la vida colectiva. En esa medida, educar es un punto importante. Pero también podríamos pensar que los delitos que afectan el bienestar colectivo se pueden reducir a tres: los homicidios, las agresiones de naturaleza sexual, y los delitos contra la propiedad (robos). ¿Podríamos educar para transformar la vida social y lo que definimos como lo criminal?

Me parece que lo que esbozo arriba es solo un comienzo. Pero es real pensar que podemos transformar nuestra noción colectiva de lo criminal, como nuestra noción de lo que toleramos y no toleramos. A partir de ahí, comencemos a crear otro tipo de justicia.