En días recientes, anda por toda América Latina presentándose un excelente documental titulado ¨La educación prohibida¨ (Dir. Germán Doin, Argentina, 2012), nos narra la historia de como la educación pudiera ser más humana para los que aprendemos. Es un hermoso documental que inspira la posibilidad de que otra metodología de educación si es posible.
Esto me trae a otro tema: ¿por qué los jóvenes chilenos continúan peleando en su país? ¿Por qué los jóvenes en Puerto Rico pelearon tanto en el año 2010-2011? Es interesante pero en ambos casos, con matices particulares, los jóvenes pelearon por tener un tipo de educación más consistente con sus valores de vida democrática. Esto incluye la posibilidad de que los estudios sean libres o sin costo excesivo, democratizar el saber, y sobre todo aprender saberes que sean necesarios para los jóvenes.
El documental mencionado, como así las experiencias concretas que se levantan en el Caribe y América Latina, son representativas de un discurso no dominante que plantea que la educación, dentro de un discurso de justicia social, debe ser, cuando mínimo liberadora de la voluntad del estudiante/alumno. Es decir toda educación debe propender a que el estudiante sea libre, y que pueda desarrollar al máximo sus capacidades. En este medida, el documental ¨la educación prohibida¨ versa sobre la posibilidad de explorar tipos de educación que no sean bancarias (aprendizaje de retención y memoria), y que propendan al desarrollo máximo de cada persona. Esto dentro de un marco horizontal de aprendizaje, y sobre todo un continuo movimiento de crecimiento.
En fin, tenemos que seguir tratando, pues todo indica que las formas del saber contemporáneo, no nos proveen todas las herramientas para ser libres.