Almudena Grandes es una escritora que vive tratando de explicar y de interpretar a España. En una columna reciente en el diario El País truena contra Mariano Rajoy cuando habla de la “mayoría silenciosa” española que no está protestando en las calles y que presuntamente acepta sus políticas económicas.
“Dice el presidente que la “mayoría silenciosa” que no se manifiesta está trabajando. Con la tasa de paro registrado de nuestro país, ese diagnóstico parece un chiste, y de mal gusto. Pero, además conviene tener en cuenta otros factores. En una ciudad como Madrid, los parados no pueden pagar el precio de los transportes públicos”, escribe Grandes en una columna reciente en el periódico al cual contribuye regularmente.
Grandes se inauguró en 1989 como novelista con una novela erótica “Las edades de Lulú”, que recibió en Premio Sonrisa Vertical. Pero sus novelas más famosas como “El corazón helado”, tratan con realismo e introspección psicológica las vidas de familias españolas a partir de la post-guerra civil hasta el Siglo 21. Su última novela, “Inés y la Alegría”, es una de una serie de seis que se escenifican entre los años 1939, el final de la Guerra Civil Española, hasta 1964 y que tratan de la resistencia clandestina al Franquismo.
Nos topamos con la escritora durante una visita a Puerto Rico para un encuentro de escritores en el anual Festival de la Palabra. Son varias sus novelas y cuentos, pero se alumbra su rostro con la mención de sus columnas en El País. Considera que es un honor que un periódico le conceda un espacio para emitir sus opiniones. Estas son fuertes y no convencionales; ciertamente no son las de Rajoy. Sostiene que Europa podría estar al borde de explotar debido a la crisis económica que sufre. La crisis mundial económica es la muestra más fehaciente de que el poder financiero domina completamente al poder político, sentencia la autora. De hecho, la historia moderna prueba que la especulación de unos pocos financieros puede trastocar totalmente a un país y al Globo. Cierto, hasta ahora en el mundo desarrollado ha existido una calidad de vida no antes vista, pero que nadie le diga a Grandes que hemos vivido demasiado bien. “Hemos vivido tan bien como ellos nos han dejado vivir”, dice enfáticamente la escritora en referencia al poder financiero. Si en Europa los servicios básicos sufren es porque este poder y los especuladores que son parte de él no ganan suficiente dinero en sus gestiones.
Todo esto nos lleva a la idea de resistencia, que es tema central de su novelística. Cuenta que en la época temprana del Post-Franquismo, su generación no necesariamente tenía gran conciencia de la época en que vivía. Era una época en que la juventud era tanta que parecía que el mundo estaba hecho sólo para ella. La introspección sobre la existencia y sobre España ocurre luego, producto del desencanto que trae la vida. El examen de lo que es y fue España, dice la autora, es importante porque le hace ver a los españoles que hubo una época, antes de esta, en que (¿también?) fueron pobres. Es un recuerdo de las luchas de las generaciones anteriores para adelantarse, y la redefinición y reexamen de España es una forma de resistencia ante el poder económico concentrado para que se recuperen los ideales de la República: la defensa de los espacios públicos y la defensa de la igualdad, dice Grandes.