Lo inmoral

Justicia Social

En el transcurso de la vida misma, muchas veces pensamos que si no existen prohibiciones legales, expresamente sancionadas, entonces todo procede. Esta forma de ver la vida, puede ser, sin lugar a dudas, correcta. Pero no deja de ser inmoral, si pretende ir contra entendidos colectivos de como se hacen las cosas, en particular, de forma honesta, justa y sobre todo en consideración a la solidaridad.

Hay una fuerte discordia entre lo legal y lo moral, que muchas veces no logramos reconciliar. Pero se intenta que lo legal sea un manto que sancione de forma uniforme el comportamiento social. Pero, y me reitero, todo lo que no cubre lo legal se ve sancionado por prácticas morales, que representan el conjunto de voluntades que sobre un asunto en particular regulan lo social.

En estos días el proceso electoral de Puerto Rico se ha plagado de una maraña de acciones legales, que tienen una sanción claramente puesta y definida por ley. Esas sin lugar a duda, han causado una serie de reacciones que acaban en los procesos legales rutinarios, o en procesos administrativos especializados. Ahora bien, hay otra serie de controversias, muy interesantes por cierto, que rayan en planteamientos morales, los cuales no se sancionan por ley, sino por la voluntad del que los ejercita. En esta medida, vivimos unos tiempos de mucha confusión, donde por sentido común muchas cosas no se deberían de hacer, sobre todo si uno piensa que lo legal regula, mientras que por la moral galopante del que la ejercita, se llevan a cabo, en nombre de ¨lo que me conviene a mi¨.

Esta relación de lo moral con lo legal, vis a vis lo inmoral con lo ilegal, provoca una serie de reacciones controvertibles y problemáticas para todos. Pensaría, que la vida era más fácil. Sin lugar a dudas, no lo es. Pero a veces vivimos aferrándonos al derecho, como fuerza de regulación que repudia los actos morales/inmorales que nos acosan.