¿La “neutralidad” en las profesiones?

Creativo

En la mayoría de las profesiones establecidas a través de la historia se ha presentado un gran dilema: ¿debemos ser neutrales y limitarnos a brindar algún tipo de servicio o debemos tomar posturas en la práctica? Pero antes de cuestionarnos si debemos ser neutrales o no, deberíamos saber en cuestión que es una profesión. Según la Real Academia Española (rae.es) la profesión es un “empleo, facultad u oficio que alguien ejerce y por el cual recibe una retribución”. Podríamos añadir a esta definición materialista-funcional, que las profesiones presentan un nivel organizacional de sujetos, que establecen unos códigos éticos-morales básicos para la población de dicha comunidad profesional.

Muchas de las profesiones de la modernidad y de la postmodernidad están arraigadas a la equidad, igualdad y la responsabilidad social. Pero existe internamente en las estructuras de estas, una lucha, una dualidad, una dialéctica entre la praxis y la teoría con los postulados; que no se da en un vacío histórico. Las profesiones por más liberadoras, autónomas y de vanguardia que se auto-definan, siguen perteneciendo al sistema hegemónico capital. Ahora bien, esto no significa que se encuentran atadas de mano para trabajar en un proyecto de evolución o revolución social. Sino que debemos asumir, entender y remarcar el contexto sociopolítico-económico en el que nos encontramos.

No podemos perder de contexto que en Puerto Rico, el Estado es el mayor empleador. El Estado que es el encargado de regular y establecer el “orden divino y natural” del sistema capital. Es este gobierno empleador el que tiene el control de algunas de las profesiones tales como: trabajo social, el magisterio, en la salud como enfermeros, médicos y encargados de la salud pública del

país entre otras muchas más. Pero este Estado ha estado en un proceso de renovación neoliberal. Así que ha comenzado hace unos años con su agenda de destrucción, haciendo como primer movimiento público de contundencia, el despido de treinta mil (30,000) empleados gubernamentales; sin olvidar el comienzo del desmantelamiento de la “universidad del pueblo”, la U.P.R. Por esto muchas de estas profesiones mencionadas han sufrido el embate del neoliberalismo económico. ¿Pero que han hecho?

Esto no es un llamado a la subjetividad, esto es un llamado a criticidad. Esto es un llamado a que las profesiones asuman dentro de un sistema de objetividad en la recopilación de datos de nuestros campos de trabajos y la “realidad social” de la cotidianidad asuman un juicio y un proyecto profesional. Un proyecto que abarque el mejoramiento de nuestro país, nuestra humanidad, nuestra realidad social. Esto es un llamado a romper con las limitaciones burocráticas, con la jaula de hierro. Como entes sociales que somos, también somos profesionales sociales; así que debemos tomar una postura u otra en torno a nuestra praxis.

Debemos dejar de ser profesiones de sostenimiento. Necesitamos médicos, que defiendan a sus pacientes y un sistema público y gratuito. Maestros que eduquen para un nivel de criticidad. Salubristas ya sean epidemiologuitas, gerontólogos o cualquier rama que pertenezca ha esta profesión que velen por los intereses salubres de las comunidades que representan. Queremos licenciados en derecho que apelen por los derechos del oprimido, que reconstruyan este sistema de justicia que solo protege y resguarda a los grandes intereses. Exijo trabajadores sociales, psicólogos y sociólogos que no mantengan la gente inmóvil, enajenada, dormida y tranquila. Exigimos mecánicos, basureros, contadores, ganaderos, ingenieros, biólogos, químicos, físicos que trabajen consientes que sus trabajos no son solo para la reproducción económica, sino que deben ser en función del bienestar común, pero un bienestar basado en igualdad de condiciones. Necesitamos periodistas y comunicadores que asuman un rol de información y posturas; No un nivel de desinformación y consumismo.

Y si no queda claro, no asumiré una postura neutral, yo pido y exijo, como parte de esta sociedad, que cada una de las profesiones asuma una postura hacia el bienestar común y social. Que no seamos parte del debacle social del sistema capital, colonial e individualista, trabajemos por una mejor sociedad. ¡¡A asumir responsabilidad profesional y colectiva, a posicionarnos por una sociedad mejor!!