¿Un fin o un comienzo? El Puerto Rico que conocemos no soberano

Agenda Caribeña
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 A Puerto Rico se le usurpa su soberanía política, resultado de la invasión y ocupación ilegal de Estados Unidos.  Hoy se ve burdamente como se ejerce la violencia económica del régimen colonial en Puerto Rico.  Ahí está la Junta de Control Fiscal, la última herramienta de opresión y robo del régimen en Puerto Rico.  Es clara por sus acciones, la naturaleza despótica; es claro como el control económico se ejerce para beneficio de una nación extranjera.

            Como parte de engañar al mundo y crear una narrativa que hiciera invisible la colonia, en Puerto Rico, se creó un andamiaje institucional,  un espejismo de un “gobierno propio”.   Instituciones legislativas, judiciales y ejecutivas.   Se creó una burocracia parasitaria, alimentada por los invasores y ponerles rostro boricua. Y estos escondiendo las acciones de robo, persecución, represión estadounidense en Boriken.  Pero era necesario este subterfugio para alegar que Puerto Rico no era una colonia.  Vil mentira.  

Entonces floreció una caterva de vividores y buscones del PNP-PPD, serviles criados, pregonando la mentira de que existe un “grado de poder y democracia” en la colonia.  Repetición continua, que normaliza diferentes mentiras”:   la autonomía fiscal, la autonomía política y judicial.  Cuentos de camino. 

            Esa mentira ni los Estados Unidos la utiliza ya.  Ahora, reconocen sin reparos que Puerto Rico es una colonia.   Ya ejercen sin tapujos y subterfugios el control y las decisiones fundamentales, que emanan la invasión y ocupación ilegal de nuestra nación. 

Ahora, los criados de la colonia, dentro del PPD-PNP, no quieren perder sus chupete y continúan la simulación, dizque  legislan, dizque emiten juicios legales, dizque toman decisiones fiscales.  Embustes, para justificar acaparar las migajas con las que los compran los invasores extranjeros, y ser utilizados para validar las narrativas racistas-coloniales, que usa el imperio para ejercer la explotación económica: a) los boricuas somos vagos, b) somos corruptos, c) no podemos, ni tenemos la capacidad de dirigir nuestros asuntos. 

            Hay que sacarlos.  No hay justificación para que estos vividores de legisladores, jueces y funcionarios del ejecutivo en la administración colonial sigan chupando millones de dólares por ser traidores del pueblo.  Hoy las decisiones que perpetúan el colonialismo y su explotación económica, las toma la Junta de Control Fiscal, impuesta por un demócrata y una francotiradora judicial del sector financiero-bancaria de una corte de quiebras.

            Hay que sacarlos ya.  Hay que organizar y derrocar la colonia.  Hay que avanzar y arrebatar  los poderes políticos que nos permitirán ejercer la soberanía necesaria para implementar un proceso de desarrollo económico montado sobre los principios de que cada uno y cada una de las boricuas pueda acceder a una vida digna, donde la salud, alimentación, el empleo, la educación la vivienda, cultura, y una ecología ambiental saludable, sean un derecho humano y gestado colectivamente por un pueblo organizado y libre.