¿Quién debe sufragar la economía de la cultura?

Economia Solidaria

En estos días, Puerto Rico, esa compleja isla del Caribe que es y no es Caribe, pero que es y no es la última frontera de los EE.UU en esta región, ha dado muestras de lo que se puede hacer si se sufraga, por pate del estado, la actividad cultural. Dos actividades culturales dan mucho que pensar del rol, ineludible, del estado en sufragar el quehacer cultural. El fin de semana del 4 al 7 de octubre, se celebró la edición 2012 del Festival de la Palabra; y este fin de semana se realizó por segundo año consecutivo el festival a las artes visuales, en particular la plástica de la pintura, llamada la Campechada, auspiciada por el Instituto de Cultura Puertorriqueño.

Estas actividades tuvieron un elemento común: un fuerte subsidio por parte del estado, lo cual logró que se les diera una muy buena publicidad, lo cual redundó en la comparecencia de cientos o miles de personas. Ambas actividades, en sus respectivas disciplinas, resultaron ofrecer lo correcto para las necesidades culturales de la población. En particular, porque los lugares en que se realizaron fueron los adecuados, y el subsidio logró lo correcto: las actividades eran libre de costo.

 

Para que podamos promover el quehacer cultural, el estado y no el sector privado, debe ser el principal facilitador de esta actividad. Eso no quiere decir, que los fondos deben ser del estado, sino que debe facilitar el proceso. Tanto la Campechada como el Festival de la Palabra, fueron co-auspiciadas por distintos sectores. Aunque el estado, fue un gestor principal en esta actividades. Esto permitió que los artistas, escritores, productores y realizadores de los espectáculos, pudieran participar con sus necesidades cubiertas.

De eso trata la vida en nuestras sociedades: que para poder garantizar el acceso a todos a un pleno desarrollo, podamos tener garantizado que por lo pronto, lo mínimo necesario sea garantizado por el estado. Esto nos permite a todos tener acceso a la cultura.