La Isla de Vieques, parte de Puerto Rico, por fin se deshizo de los bombardeos de la Marina de los Estados Unidos, que la utilizó por décadas para ejercicios militares, pero el dilema con la limpieza de municiones y materiales tóxicos todavía continúa, algo que no debe de sorprender dada la actitud de la Marina hacia la pequeña isla a través de los años.
La islita se hizo famosa por las masivas protestas en Puerto Rico en contra de la Marina tras la muerte accidental en 1999 de un empleado civil de esta durante un ejercicio de bombardeos. La causa de sacar a la Marina fuera de Vieques se tornó célebre y atrajo a sus playas personalidades como la Premio Nobel Rigoberta Menchú y el actor norteamericano Edward James Olmos. También, le dio nuevos bríos a algunos políticos, tales como el perenne mandatario del Partido Independentista Puertorriqueño, Rubén Berríos, quién en un acto de desafío junto a un manantial de manifestantes acampó en playas localizadas en terrenos militares. La Marina era propietaria de alrededor de dos terceras partes de esta isla, terrenos adquiridos por expropiación para hacer cabida a su presencia. Decenas de estos manifestantes fueron arrestados por invadir las tierras del ente castrense, y muchos fueron encarcelados cuando rehusaron pagar las multas que le imponían los jueces del Tribunal de Estados Unidos en Puerto Rico. Estos encarcelamientos causaron mucha controversia.
La Marina cesó sus bombardeos en 2001, y en 2003 entregó la mayor parte de sus tierras al Municipio de Vieques y al dos agencias de Gobierno de los Estados Unidos. También una porción quedó a cargo del Fideicomiso de Conservación de Puerto Rico. Bajo legislación se creó un denominado Superfondo para la limpieza de las áreas contaminadas por municiones, combustibles de propulsión, químicos y posiblemente material radioactivo. Un buque que se alega fue usado en pruebas nucleares en el Pacífico se encuentra hundido cerca de las playas antes controladas por la Marina. Un estudio determinó que el nivel de cáncer en Vieques, conocida como la Isla Nena, es por lo menos 30 por ciento mayor que en la Isla Grande (Puerto Rico). Sin embargo, un controvertible estudio de una agencia de Gobierno de los Estados Unidos concluyó que los residentes de Vieques no habían sido expuestos a niveles más allá de lo normal de contaminantes relacionados con el uranio.
El último desarrollo en la odisea de la Marina y Vieques ha sido reportado por un diario de San Juan que alerta de un plan de la Marina para cercar las áreas que contienen municiones en vez de removerlas. Dijo El Nuevo Día que es la primera vez que la Marina ha sugerido no remover municiones, incluyendo las que están descubiertas. Esto se esperaba como parte del plan para la limpieza y descontaminación de una zona amplia de Vieques. El temor ahora de los viequenses es que adopten la misma actitud con el área en donde estaba el campo de tiro, un terreno que cubre casi la mitad de La Isla Nena. Se espera que la Marina anuncie antes de terminar el año su opción de seguridad y limpieza.
La Base Naval Roosevelt Roads, componente importante del poderío militar estadounidense en la región, cerró también tras el cese de los ejercicios en Vieques, lo que fue visto con alarma por algunos en Puerto Rico debido a la relación política con los Estados Unidos. Se ha dicho que con la partida de la Marina el potencial de aumentar el turismo de Vieques es enorme por el atractivo de sus playas.