Tatito Hernández y el PNP comparten la misma cama [electoral]

Política

Oculta tras la decisión del presidente de la Cámara de Representantes, el dirigente popular Rafael “Tatito” Hernández, de calendar la votación para la aprobación de la llamada reforma electoral propuesta por el Partido Nuevo Progresista (PNP) está la intención de cambiar los elementos estatutarios electorales que definen las candidaturas por acumulación y repartirse el control con el PNP de la Comisión Estatal de Elecciones fundamentan.

La estrategia electorera que quiere imponer “Tatito” Hernández en el Partido Popular Democrático (PPD) coludiéndose en la Cámara de Representantes con la bancada del PNP para imponer el respaldo por fuerza del mollero parlamentario la malsana reforma electoral es cortarle el paso a las candidaturas coaligadas entre el Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) y el Movimiento Victoria Ciudadana (MVC) y perpetuar la partidocracia bipartidista sistémica en Puerto Rico que representan el PPD y el PNP.

Lo que evidencia “Tatito” Hernández y su camarilla en la Cámara de Representantes es que el PPD y el PNP son dos alas de un mismo pájaro: el bipartidismo sistémico de una desprestigiada partidocracia sistémica, calcada colonialmente de Estados Unidos.

La confabulación del dirigente cameral del PPD con el PNP en desafío al liderazgo de Jesús Manuel Ortiz en su ejecutoria presidencial partidista es la manifestación clara de que la defensa de los intereses del sistema de gobernanza bipartidista sobrepuja a toda barrera partidista efímera de un líder de paso, cuyo liderazgo está a prueba, de poder coludirse con el adversario con el cual comparte políticamente esos intereses.  Después de todo, debe entenderse que son dos los partidos políticos del bipartidismo de la partidocracia sistémica, pero el sistema sigue siendo uno y el mismo para ambas colectividades políticas, el cual tiene que haber por encima de todo un compromiso convenientemente oportunista de defender y perpetuar.

El presidente popular del cuerpo legislativo cameral decidió que el Proyecto de la Cámara 1822 (P.de la C. 822) bajara a votación, a pesar de que su partido había aprobado que sería un asunto a discutirse al interior de la colectividad, por lo que violentó los acuerdos. Como medida punitiva, el presidente del PPD, Jesús Manuel Ortiz, emitió una resolución que impone duras penalidades para “Tatito” Hernández y los otros 13 representantes que votaron a favor de la pieza legislativa y en contra de las determinaciones del partido.

La enmienda al código electoral adolece de errores graves y de alteraciones marrulleras, entre los cuales destaca la jaibería de obligar a todos los partidos políticos, incluyendo a los pequeños, a incluir en la papeleta un mínimo de tres candidatos por acumulación en cada cuerpo legislativo, coartando el derecho a que cada partido pueda tener su propia estrategia electoral.

Permite, además, que el voto por correo para personas mayores de 60 años pueda emitirse hasta el mismo día de las elecciones, lo que abre la puerta para que 700 mil electores opten por esa opción, lo que retrasa y complica el conteo de votos y las certificaciones oficiales de los ganadores en los comicios.

Incorpora, igualmente, el recuento electrónico en vez de manual, a pesar de que las máquinas no reconocen algunas sutilezas de los votos, elimina la contabilidad de los votos en blanco y exige que en nominación directa la persona escriba los nombres y apellidos completos para que el voto sea válido.

Avala, por otro lado, el consentimiento de apenas dos terceras partes para el nombramiento del presidente de la Comisión Estatal de Elecciones, cuando actualmente ese nombramiento tiene que hacerse por unanimidad, en tanto permite que el comisionado electoral de mayoría sea quien designe todos los directores de divisiones lo que debe ser un asunto que decida la persona que presida el organismo electoral.

No hay, por lo tanto, algún asomo de definir ideológicamente al PPD en los asuntos fundamentales que definen a Puerto Rico como nación. Lo que sí se percibe es una guerra de liderazgo con el nuevo presidente del PPD, Jesús Manuel Ortiz, en cuanto a las estrategias electorales de esa colectividad política para perpetuar la partidocracia del bipartidismo sistémico y sus posibilidades de seguirse repartiendo potencialmente el advenimiento al poder cada cuatrienio y controlar junto al PNP la Comisión Estatal de Elecciones.