(San Juan, 12:00 p.m.) Sandra Rodríguez Cotto, periodista independiente, lleva semanas indicando que hay una crisis de salud en Puerto Rico de proporciones catastróficas. Salvo ella, pocos habían asumido este rol de portavoz de un problema nacional. Hace unas semanas, en un solo mes, seis instituciones hospitalarias se declararon en quiebra. Ante esto, hoy confrontamos un problema severo de acceso.
Dicho esto, el gobernador de turno, Pedro Pierluisi, dice que estamos bien. También lo dice el secretario de salud Carlos Mellado, que no hay problema. Pero el periodismo independiente de Sandra Rodríguez Cotto, insiste en el dato. Sí hay problema, y hoy estamos en la venta fragmentada del conglomerado más grande, el Hospital Hima.
Entonces, en un país que no hay problemas de salud, la quiebra y los servicios a medias por falta de talentos, nos hace pensar que la garantía constitucional al derecho de salud, que existía en la sección 20 del Artículo II, antes de ser censurada por el Congreso federal, nos dejó en realidad en crisis. No hoy, sino desde el 1952, cuando nos censuraron esa cláusula constitucional.
Un proyecto de país, como Cuba, debe tener un servicio médico de primera y gratuito. Eso existió alguna vez en esta colonia. Habría que volver a los mismo en la independencia nacional. Pero el pueblo no puede carecer de salud, o vivir a expensas de los planes médicos. Pensemos.