(San Juan, 12:00 p.m.) Si creyéramos en el discurso invasivo y los relatos repetitivos desplegados a nivel mundial, Israel sería la víctima y los Palestinos, los victimarios. Y si lo que se despliega en forma absolutamente parcial, discriminatoria y hasta racista fuera creíble, la guerra o conflicto entre el Estado ocupante y agresor que es Israel y Palestina, ocupada y sometida a colonialismo, empezó con una supuesta agresión del victimario, conflicto de hace solo días.
Esta propaganda basada en mentiras- verdades y falsificaciones históricas merece una respuesta racional.
El Estado de Israel despliega una política racista, discriminatoria y de crímenes internacionales contra la nación palestina, contra Palestina.
Tal como lo reconoció la Corte internacional de justicia en el 2004, Israel es responsable de las más graves violaciones de los Derechos Humanos y del Derecho internacional. Y reafirmó una vez más, el derecho del pueblo palestino a la autodeterminación, ante la ocupación y la política colonialista israelí.
Es el Estado de Israel el que creó un verdadero campo de concentración en la Franja de Gaza.
Es el Estado de Israel el que bombardea territorio y civiles palestinos.
Es Israel el que, en violación de toda norma de civilización y de toda norma de Derecho internacional, el que roba territorio palestino, destruye poblaciones enteras, roba bienes palestinos, incendia viviendas palestinas, derrumba viviendas palestinas, destierra y expulsa, en una especie de purificación racial, a árabes y palestinos, y somete a la población a una humillación constante y permanente.
Es el Estado de Israel el que comete crímenes internacionales en gran escala sin que ningún responsable haya sido juzgado por esas atrocidades.
Recordemos simplemente los crímenes de lesa humanidad cometidos en el Líbano en el 2006 para no ir tan lejos. Actualmente, contra el Pueblo Palestino se está implementando el crimen de genocidio y crímenes de lesa humanidad, y ello, en toda impunidad y complicidad de Estados Unidos y de la Unión Europea.
La ONU se ocupó de la situación Palestina en cientos de ocasiones. En su última Resolución sobre la ocupación israelí del territorio palestino, la Comunidad internacional a través de la Asamblea General de la ONU adoptó la Resolución A/77/462 en el 2022 por 167 votos a favor y 3 en contra (Israel, Estados Unidos y Nauru) (ver también Resolución 58/292 de 2004 sobre el Estatus del territorio palestino ocupado, incluyendo Jerusalén Este o Jerusalén oriental).
La Asamblea General en la Resolución A/77/462 recalca la necesidad imperiosa de poner fin a la ocupación israelí que comenzó en 1967, reclama la necesidad de que Israel devuelva los territorios robados y retorne a la frontera de 1967.
Una vez más, desde 1947, la Comunidad Internacional por medio de la Asamblea General de la ONU, subraya lo imperativo que el ocupante israelí respete el derecho internacional, la unidad, la integridad y la contigüidad del territorio Palestino. Insistiendo que Israel respete la decisión relativa a la existencia de dos Estados.
Esto dice el Derecho internacional, más allá de toda propaganda. Lo mismo que lo proclamó la Corte Internacional de Justicia en el 2004.
La misma Asamblea General adoptó en 1947 la Resolución 181, que fue plenamente asumida por el Consejo de Seguridad de la ONU. Por esta Resolución se deberían crear dos Estados: un Estado Árabe y un Estado Judío, tal como lo señala dicha decisión. Israel violó y sigue violando en gran escala, como parte esencial de política de Estado, los derechos del Pueblo Palestino.
Estas y centenares de Decisiones del Consejo de Seguridad, fueron en todo momento violados por el Estado de Israel.
Recordemos igualmente la Resolución 242 de 1967 del Consejo de Seguridad de la ONU, en la cual exige “… la instauración de una paz justa y perdurable en Oriente Medio…”, que pasa por “….la retirada del ejército israelí de territorios ocupados….(y)… el “respeto y reconocimiento de la soberanía y la integridad territorial y la independencia política de cada Estado de la región, y su derecho a vivir en paz en el interior de fronteras reconocidas y seguras, al abrigo de amenazas y actos de fuerza”.
El Derecho Internacional garantiza al pueblo oprimido a liberarse del colonizador y opresor. Ese derecho del Pueblo Palestino queda intacto porque el Derecho internacional y la Comunidad internacional consideran la política israelí como obstáculo a la paz.
Israel debe devolver los territorios ocupados, volver a las fronteras de 1967, terminar con su política racista y de destrucción (Ver Resolución AG/ONU 75/172, de 16 de diciembre de 2020, Resolución 67/19, de 29 de noviembre de 2012 entre varias otras), Es el único camino hacia la estabilidad y paz en toda la región del Asia menor, o si se quiere, en Oriente Medio.
Hasta tanto Israel continúe su política de agresión y ocupación, ninguna paz será posible.
De ahí la importancia capital de no confundir el Opresor con el Oprimido. El Agresor con el Agredido. La Víctima con el Victimario. Este tipo de inversión intencional de valores humanos, éticos, jurídicos, conlleva en sí derivas.
Ello, más allá de toda la parafernalia comunicacional ideológica contra el Oprimido y Humillado pueblo palestino, el que goza de la legitimidad y legalidad que le otorga el Derecho internacional en su lucha.