Érase una vez en el Caribe… o una reflexión profunda de nuestro pasado colonial

Cine caribe

Esta película no tiene nada que ver con samuráis o el cine de Akira Kurosawa. No tiene que ver nada con extraterrestres invadiendo nuestro terruño.  Simplemente tiene que ver con un capitulo fundacional de nuestra historia, cuando el campesinado proletarizado se levantó en armas, machete en la mano, a pelear por sus derechos.  Esto fue el día antes que sugiera el Partido Nacionalista Puertorriqueño, y de forma subsecuente emergiera Pedro Albizu Campos como líder de una identidad boricua y contestataria, avocando la independencia nacional.

Érase una vez en el Caribe (Dir. Ray Figueroa, Puerto Rico, 2023) es posiblemente uno de los filmes más completos en la historia de Puerto Rico de los pasados 120 años. Es decir, desde que surgió el cine en Puerto Rico.  Posiblemente tenga diálogo solo con dos películas que comparan en su profundidad y calidad fílmica y en su contenido temático.   Por un lado pienso en la original Dios los cría (Jacobo Morales, Puerto Rico, 1979), y de otra parte, La Gran Fiesta (Dir. Marcos Zurinaga, Puerto Rico, 1985).  No es que no haya habido grandes películas e interesantes, pero el hilo temático de estas tres películas es nuestro repudio innato al colonialismo español y norteamericano.

Ray Figueroa en esta película, donde escribe guion así como la dirige, acierta a representar el pasado colonial en transición.  Siento una película “érase una vez” (once upan a time, en inglés para el género desarrollado por Hollywood) es una película épica sobre nuestra historia. Es decir, nos quiere contar un momento particular de conflicto, su surgimiento y su resolución.

En esta medida, la comparo con dos filmes norteamericanos de referencia. Por un lado Once upon a time in America (Dir. Sergio Leone, EE.UU., 1984); y por otro lado, y aun mas reciente, Once upon a time in Hollywood (Dir. Quentin Tarantino, EE.UU., 2019).  Ambas películas, de muchísimas más, se me parecen a lo que vi en la de Ray Figueroa:  un momento convulso de la historia, donde el protagonista pretende cambiar el mundo.

En nuestra película del Caribe, los personajes se confrontan con una situación muy compleja:  a la llegada del nuevo invasor, no solo desea quedarse con la tierra y el capital, sino con la mujer amada. En una historia que reconoce el machismo y patriarcado, como forma ideológica de vida,  secuestrar a la mujer, solo se resuelve a machetazo limpio.  Pero esta metáfora se utiliza, muy inteligentemente, para representar la historia colonial del país.

En fin, la película cuenta con un reparto de primera. Con una gran musicalización.  Y con un mensaje subliminal que exclama “todo boricua, machetero.

Adelante a Ray Figueroa y su equipo de trabajo.  Que venga la próxima película.