…se extiende. Pasado mañana, el congreso de la República Dominicana habrá de aprobar el llamado presupuesto de la reforma, que grava 53 mil millones de USDR (lo cual equivale a 350 millones de USD).
Es curioso pues en el Caribe no existe una tradición de democracia participativa en la redacción y aceptación de presupuestos nacionales, provinciales o municipales). Es tal vez en Brasil en la ciudad de Porto Alegre, donde surge el concepto de presupuestos participativos. En la ciudad de Caguas, Puerto Rico en algún momento del mandato del antiguo alcalde, Willie Miranda Marín, se discutió esta idea aunque no se materializó. Lo cierto es que como parte de un imaginario, promover que la gente pueda participar como parte de la redacción de los presupuestos que le graban sus derechos, debe ser incorporado y luego respetado.
Es ese tal vez el punto más neurálgico de la situación en la República Dominicana. En particular, que el gobierno desea imponerle a la población un presupuesto que para ellos, el gobierno, reclama que es adecuado para la población. Pero se habrá preguntado alguien, quien le consultó al pueblo. Lo cierto es que no se le ha consultado a la población, y sobre todo que cada vez que la población sale a la calle a manifestarse, los reprimen.
La situación en Republica Dominicana podría tener una solución diferente. Lo que se necesita es voluntad política diferente. Otro tipo de democracia para hacer otro tipo de presupuestos, y si son participativos mucho mejor.