Fuego, carne de crimen y desahucio.
Lluvia de esquirlas en tus ojos.
Corren los niños con la sangre entre los dedos.
Brilla la noche de misiles,
brota la pólvora y el odio.
Han despedazado tu cuerpo de olivos y moradas.
No tiembles Palestina.
Se oirá el llamado del olifante.
Te llegará el trigo de tus días, te llegará
el cántaro y la hora.
¡Gaza en el cristal de los relojes!