Hay una muñeca chismosa

Justicia Social

En mi país hay una muñeca chismosa. Pero peor aún que dice que es periodista. Destruye reputaciones, y al día de hoy, nunca le ha pasado nada malo que no sea que un día la demandaron, y su seguro pagó 250 mil USD. Mas allá de eso, nunca ha tenido ningún encontronazo con nadie. Todo indica que el propietario detrás de la muñeca el empresario periodista Antulio ¨Kobo¨ Santarosa, no comete error alguno en su vida personal. No tiene ni un solo escandalo personal conocido en esta generación.

Dicho lo anterior, lo que si me parece importante es pensar que detrás de una figura tan siniestra, yace una persona que ha amasado mucho poder político y vive y pasa a través de los canales de la impunidad. Es decir detrás de esta figura se encubren funcionarios políticos corruptos, periodistas a sueldo del mejor postor, y sobre todo una pobre vida ética de parte del realizado Santarosa, para todos ellos confabular a favor de su bien, en apoyo a nuestro mal. Esto lo digo, pues a Santarosa le llega información de nuestras vidas privadas, que de ordinario sería confidencial, pero que él por alguna razón tiene acceso.

 

Ahora bien, lo cierto es que Santarosa escoge bien a sus víctimas. Jamás ha ido contra los poderosos de la calle. Nunca ha acusado a un sicario, narcotraficante o corrupto poderoso, de nada en su vida personal. De igual forma nunca ha acusado a miembros de las agencias de seguridad del gobierno federal en Puerto Rico, de tener vidas paralelas o problemáticas. El acusa, normalmente a los políticos locales, a algunos artistas que tal parece no lo invitan a sus fiestas de navidad, y sobre todo ataca a todos los sectores de izquierda y progresistas que el no apoya desde su mirada derechista de la vida.

En fin, el día que lleguemos al poder, sugiero convocar a un tribunal del pueblo, para pasarle factura a Kobo Santarosa. Hacer periodismo, debe ser un evento para informar objetivamente las noticias. No para destruir a personas, sobre todo cuando se hace como una pauta comercial, a cambio de dinero. El día de dicho juicio popular llegará. Espero que sea en el centro de la plaza, y se transmita en el mismo espacio que al día de hoy goza su programa – a la hora pico de las 6pm.