No han culminado las elecciones generales de Puerto Rico, que ya el grito de aquellos que ganaron, plantean la importancia de reconstruir el país. Es un dato y un llamado interesante, ¿reconstruirlo de qué? Es una pregunta sencilla, pero que tiene cola y mucho peso. Para los políticos y los partidos que los representan, ganar las elecciones es lo más importante. No hay duda de que se trata de eso. Vendernos un sueño, como nos recuerda Gabriel García Márquez en los Cuentos de Mamá Grande, es parte del proyecto.
En esta parte del Caribe, la cosa está bastante mal. Por un lado, los indicadores de desempleo, se mantuvieron entre un 13% hasta un 20%, dependiendo del político que hablase, y sobre todo lo que convenía. Por otro lado, los indicares en torno al producto nacional bruto (PNB), se mantuvieron en menos de un 1 porciento de crecimiento, ante un menos 2 o 3 porciento de crecimiento negativo. Todo dependía de a quien creerle. Pero a esto se une, que los indicadores de manutención provenientes de Washington, están en su momento más alto con un 53% de las familias recibiendo algún tipo de ayuda federal. Y como si fuera poco, la banca informó que septiembre del 2012, ha sido el mes más alto en sobre tres décadas de ejecuciones hipotecarias producto de la incapacidad de la gente de pagar las mismas. Ante este cuadro, no nos podemos olvidar que Puerto Rico experimentó por primera vez en su historia en el censo del 2010, pérdida de 82 mil habitantes que se fueron/migraron sin intención de volver.
Entonces, con estos indicadores, ¿cómo reconstruimos el país? Realmente hablando, es un proyecto complejo, y a pesar que todos los políticos, candidatos a gobernador, dijeron cosas interesantes, ahora viene el difícil momento de reconstrucción nacional, si alguna, ante una economía que en los pasados 20 años, ha estado dando indicadores de desgate e incapacidad de crecimiento.
Si, estoy dispuesto a ayudar a reconstruir el país. ¿Me pueden indicar, dónde y cuándo comenzamos?