Las consecuencias de Sandy no son casualidad

Justicia Social

Las consecuencias que hoy enfrenta Haití debido al paso del huracán Sandy son graves, y se han complicado más por los terrenos todavía frágiles que provocaron el terremoto y el huracán Isaac. Los grandes estragos que ha enfrentado este país caribeño son el resultado de otras causas que van más allá de los efectos de la naturaleza.

Históricamente, desde que los esclavos se liberaron de Francia, esta nación ha pasado por sanguinarias dictaduras que heredaron diversos problemas en su estructura social, política y económica.

Como consecuencia Haití es uno de los países más pobres del planeta, ocupando el puesto 150 de 177 países en el Índice de Desarrollo Humano, y la esperanza de vida de sus habitantes es de 52 años.

Otras naciones han experimentado catástrofes parecidas, pero han estado mejor preparadas y lograron recuperarse en períodos más cortos. Pero Haití no es un ejemplo debido a los problemas lejos de resolverse sean complicado y prolongando.

Históricamente otros países ante estas crisis han tendido a unirse y superarse lo mejor posible. Dos casos históricos que vienen al pensamiento son: la recuperación después Segunda Guerra Mundial en Europa; y, años después, pasada las bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki, el pueblo japonés un proceso de recuperación, que aunque largo fue efectivo. En ambos casos, se volvieron más solidarios, cambiaron sus sistemas, y se constituyeron en regiones con fortalezas económicas y sociales en el mundo.

Eso es algo que quisiéramos, y que urge ver en Haití: una nación que se levante y se una, y supere tanta tragedia consecutiva. Hay recordar fue el primer país en América que con su lucha, en el 1972, se liberó de la esclavitud a la que estaban sometidos. Sería ideal que ahora se libere de todos sus males políticos, sociales y cree una nueva estructura que aguante a este complejo país. Iniciativas y voluntades de ese pueblo y algunos de sus dirigentes políticos han existido, es el caso de Jean-Bertrand Arístides, quien trató de restaurar el país pero la elite haitiana, herederas de Duvalier se lo impidieron.

Es hora que se haga una inversión planetaria profunda, una reconstrucción social, y política, sin manipulaciones de las potencias extranjeras, que América Latina y el Caribe en particular les apoye, desde lo fundamental en su proyecto de país a largo plazo. Dado el caso que otra explosión de la naturaleza o ciclones los volviera a castigar, al menos garantizar que estén mejor preparados para salvar vidas y bienes y poder recuperarse a la brevedad posible, sin los traumas que hoy les ha tocado vivir.

Hay que dar el crédito a países y organizaciones como Francia, Cuba, Bolivia, Venezuela, entre otros, están haciendo contribuciones económicas y alimenticias, de reconstrucción de viviendas, y estructuras, para atender la crisis alimentaria. El Banco Mundial, la Cruz Roja, también la ONU han sido de gran ayuda importancia pero, como se mencionó anteriormente, se debe hacer un proyecto estratégico de país a largo plazo.

¿Qué propones para que Haití pueda mejorar y salir de la crisis en que se encuentra?