La estadidad y el Partido Nuevo Progresista: los derrotados

Política

Ahora que las aguas se siguen calmando en Puerto Rico, luego del proceso electoral y plebiscitario del pasado 6 de noviembre, la conclusión lógica a la cual podemos llegar, es que tanto el proyecto ideológico de la anexión de Puerto Rico a los EE.UU (la estadidad) como el partido que la apoya (el Partido Nuevo Progresista) fueron los grandes derrotados de esta jornada electoral. Por partida doble, tanto la ideología como el partido, sucumbieron al castigo electoral que le impuso el pueblo.

A pesar que, y en medio de las primeras 48 horas post-elecciones, el PNP intentó vender el sueño de la gran victoria de la estadidad, todos los sectores de influencia en Washington cantaron al unísono un mismo coro: el plebiscito es inconsecuente. Peor aún, toda la prensa de Washington, la especializada en el Congreso de los EE.UU, como a su vez la prensa y sistemas mediáticos dominantes, tuvieron que aclarar que lo que parecía victoria era derrota. Los votos lo demostraron, la estatidad solo obtuvo 800 mil votos, mientras que la independencia, el estado libre asociado y los votos en blanco, de forma combinada obtuvieron sobre 970 mil votos. Es, una derrota.

Por otro lado, el PNP perdió el poder ejecutivo, ambas cámaras del poder legislativo, y sólo alcanzó 31 municipalidades, mientras el partido de oposición, el Partido Popular Democrático obtuvo 47. Hay cerca de cuatro municipalidades hoy en disputa (pues se ganaron por menos de 100 votos), pero el balance, se mantendrá al final a favor de los nuevos victoriosos, el PPD. En lo simbólico, el PNP perdió la alcaldía mas codiciada: San Juan, la ciudad capital. Pero a su vez en lo real, tanto el presidente de la colectividad, Luis Fortuño, quien perdió la gobernación; como Jorge Santini, primer vice-.presidente de la colectividad y alcalde de San Juan, y quien perdiera su poltrona. Es decir, estas elecciones dieron fin a un proyecto de partido con un liderato particular que hoy ya no estará dirigiendo.

En esta medida, el PNP quien desde la derrota del plebiscito del pasado 19 de agosto, venía sufriendo una crisis de gobernanza y legitimidad, ahora con las elecciones del 6 de noviembre, ha profundizado en su crisis. Lo que viene ahora es un nuevo liderato, y posiblemente un nuevo proyecto de partido. Este que hemos conocido hasta el 2012, no puede continuar. No tiene apoyo.