Hay una crisis en Europa que ya también llegó al Caribe. Es la crisis en torno a las pensiones de los retirados. Todo indicaba que el problema era sólo de los griegos y los españoles, pero realmente ya es un problema en Puerto Rico como en la República Dominicana. Entonces, ¿qué hacer?
En el caso de la República Dominicana, una de varias razones detrás de la reforma fiscal tributaria, está en el hecho de que el presente gobierno no puede cumplir con sus obligaciones, lo cual incluye el sistema de retiro, y esto los pone en una posición indebida para sus compromisos futuros. Es decir, tanto Puerto Rico como la República Dominicana están en una quiebra potencial – no pueden asumir todas sus obligaciones.
Pero esto lo vemos hoy, por lo pronto en el gobierno, cuando el gobernador saliente desea aumentar el número de funcionarios públicos a ser nombrados por él, dejando a sobre 30 jueces y funcionarios designados de por vida, los cuales todos habrán de ganar sobre $70 mil USD, con pensiones del 75% de sus ingresos. Se trata de una locura, que radia en la irresponsabilidad.
En esta medida, las pensiones, para los pobres, son una necesidad. Pero, hoy el estado no puede garantizarlas. Ahora bien, las pensiones para los ricos, que son menos y mejor pagados que los pobres, tal parece que con esas no hay problema. Ya veremos si se pueden honrar.