Los gobiernos de varios países en el Caribe, entre otros Puerto Rico y República Dominicana no pueden garantizar hoy el futuro de su población. En particular, se especula que los fondos de retiros en ambos países no garantizan los 10, 20 o 30 años que sus ¨retirados¨ puedan disfrutar luego de la vida post-trabajo asalariado. Esta situación es muy común en el resto del planeta. En particular en lugares como Grecia, Portugal y España, esto es un problema similar. Ahora bien, ¿Qué se puede hacer?
En el caso de Puerto Rico, el estado está proponiendo la fusión de los tres programas de retiro, para intentar a partir de ahí capitalizarlos. Lo que se encuentra en juego, es si el estado le puede garantizar a su población adulta mayor, un futuro lleno de esperanza – y sobre todo tranquilidad económica. Realmente no sabemos.
En el caso de la República Dominicana la crisis que viene arrastrando la presente administración política, liderada por Danilo Medina, nos hace pensar que el problema es mucho más común. Allí tampoco pueden honrar la pensión del retiro de los antiguos empleados públicos, lo cual ha llevado al estado a imponer una serie de tributos nuevos, que han sido recibidos de forma muy negativa por la población.
¿Qué nos queda? Me parece que sólo nos queda pensar en un modelo de retiro basado en la solidaridad, auto-ayuda y ayuda colectiva, que nos permita a todos vivir una mejor vejez. Por lo pronto, los estados han ido fallando, en particular en el Caribe, al no poderle garantizar a su población adulto mayor un futuro lleno de paz y tranquilidad. No tener lo económico resuelto causa mucho estrés.
Ya veremos que otros modelos, comunitarios, sociales y cooperativistas pueden surgir. Pero con el que estamos, todo indica que no vamos a progresar muy lejos.
El Retiro no asegurado
Los gobiernos de varios países en el Caribe, entre otros Puerto Rico y República Dominicana no pueden garantizar hoy el futuro de su población. En particular, se especula que los fondos de retiros en ambos países no garantizan los 10, 20 o 30 años que sus ¨retirados¨ puedan disfrutar luego de la vida post-trabajo asalariado. Esta situación es muy común en el resto del planeta. En particular en lugares como Grecia, Portugal y España, esto es un problema similar. Ahora bien, ¿Qué se puede hacer?
En el caso de Puerto Rico, el estado está proponiendo la fusión de los tres programas de retiro, para intentar a partir de ahí capitalizarlos. Lo que se encuentra en juego, es si el estado le puede garantizar a su población adulta mayor, un futuro lleno de esperanza – y sobre todo tranquilidad económica. Realmente no sabemos.
En el caso de la República Dominicana la crisis que viene arrastrando la presenta administración política, liderada por Danilo Medina, nos hace pensar que el problema es mucho más común. Allí tampoco pueden honrar la pensión del retiro de los antiguos empleados públicos, lo cual ha llevado al estado a imponer una serie de tributos nuevos, que han sido recibidos de forma muy negativa por la población.
¿Qué nos queda? Me parece que sólo nos queda pensar en un modelo de retiro basado en la solidaridad, auto-ayuda y ayuda colectiva, que nos permita a todos vivir una mejor vejez. Por lo pronto, los estados han ido fallando, en particular en el Caribe, al no poderle garantizar a su población adulto mayor un futuro lleno de paz y tranquilidad. No tener lo económico resuelto causa mucho estrés.
Ya veremos que otros modelos, comunitarios, sociales y cooperativistas pueden surgir. Pero con el que estamos, todo indica que no vamos a progresar muy lejos.
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