Si, hablo de cosas inventadas, a veces más que en otras ocasiones. Pero la sensatez, sobre todo entre los que intentamos vivir en un mejor país y mejor región del mundo, el Caribe, es un valor supremo. Es decir, ¿podemos hablar con honestidad? ¿El país está mejor o está peor?
Esto lo digo pues los políticos de turno, aquellos que perdieron las elecciones, nos habían dicho que el país andaba súper bien. Ahora resulta, en las vistas de transición de gobierno, que anda súper mal. Peor aún, la agencias que evalúan la capacidad de crédito del gobierno (en nuestro caso Moody´s), acaban de informar que la situación general está a borde de quiebra. Tanto el gobierno central como sus dependencias, entiéndase la Universidad de Puerto Rico, acaban de ser devaluadas severamente en su crédito.
Pero volvamos a la sensatez. Yo deseo un país que pueda discutir los procesos económicos y que incluya a los distintos sectores sociales en el proceso de ese diálogo social. En este sentido, ya no es suficiente decirme que la economía está mal. Es igual de importante preguntarle a los humildes, a los pobres del país, a los asalariados, a esos y esas que no puede pagar sus deudas a fin de mes, como se podría transformar la economía.
Hoy sabemos, por lo pronto en Puerto Rico, pero también en muchas islas del Caribe (Jamaica por ejemplo) que la crisis económica es una profunda, que los modelos de desarrollo económico fracasaron y que no tenemos opciones claras en el corto, ni mediano, ni largo alcance.
En esta medida, hay que provocar un tipo de modelo económico que apueste a un bienestar desde una forma nueva de hacer economía y de gobernar. En otras palabras, estamos hablando de un nuevo tipo de gobernanza la cual requiere que todos los saberes, todas las formas de hacer economía, y todas las formas de democracia, participen.
Para ponerlo sencillo: ¿por qué no le damos una oportunidad a una ama de casa, a una madre de dos o tres muchachos y que haya optado por administrar el hogar, la posibilidad de dirigir la economía del país? A lo mejor saldríamos de este estanque económico. Apostemos a un cambio democrático, seamos sensatos.