Un nuevo informe señala una ralentización de la lucha contra el paludismo

Salud
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MONROVIA (Liberia)/GINEBRA - Durante el pasado decenio, los esfuerzos concertados de los países endémicos, los donantes y los asociados mundiales en la lucha contra el paludismo han reforzado el control de esta enfermedad en todo el mundo.

La expansión de las intervenciones de prevención y control del paludismo han tenido su mayor impacto en los países con una gran transmisión de la enfermedad; el 58% de los 1,1 millones de vidas que se han salvado en este periodo correspondieron a los diez países con mayor carga de morbilidad.

 

Sin embargo, tras una expansión rápida entre 2004 y 2009, la financiación mundial de la prevención y el control del paludismo se ha estabilizado entre 2010 y 2012, y los progresos en la distribución de algunos productos que salvan vidas se han vuelto más lentos. Según el Informe mundial sobre el paludismo 2012, esto señala una ralentización que podría acabar revirtiendo los notables logros recientes de la lucha contra una de las enfermedades infecciosas que más muertes causa en todo el mundo.

Por ejemplo, el número de mosquiteros tratados con insecticidas de larga duración que se han distribuido en los países endémicos del África Subsahariana ha disminuido de un máximo de 145 millones en 2010 a una cifra estimada de 66 millones en 2012. Esto significa que muchos hogares no podrán reponer sus mosquiteros cuando sea necesario, con el consiguiente aumento del número de personas expuestas a esta enfermedad potencialmente mortal.

La expansión de los programas de fumigación de interiores con insecticidas de acción residual también se ha estancado, y el nivel de cobertura en la Región de África de la OMS se ha situado en el 11% de la población en riesgo (77 millones de personas) entre 2010 y 2011.

«Durante los últimos ocho años, la expansión del control del paludismo nos ha ayudado a evitar más de un millón de muertes. Tenemos que mantener este impulso y hacer todo lo que podamos para prevenir los rebrotes», ha dicho Ellen Johnson Sirleaf, Presidenta de Liberia y de la Alianza de Dirigentes Africanos contra el Paludismo, que asistió a la presentación oficial del informe en Monrovia (Liberia).

Seguimiento de los progresos hacia la consecución de las metas para 2015

Según el informe, 50 países de todo el mundo están en camino de reducir la tasa incidencia de casos de paludismo en un 75% para 2015, en consonancia con las metas de la Asamblea de la Salud y de Hacer Retroceder el Paludismo. Sin embargo, estos 50 países solo representan un 3%, es decir, 7 millones de los casos de paludismo que se calcula que hubo en el año 2000, la referencia frente a la que se miden los progresos realizados.

«Las metas mundiales de reducción de la carga de paludismo no se alcanzarán si no se aceleran los progresos en los países con mayor carga de la enfermedad», ha dicho el Dr. Robert Newman, Director del Programa Mundial sobre Malaria de la OMS en Ginebra. «Esos países están en una situación precaria y la mayoría de ellos necesitan ayuda económica urgente para adquirir y distribuir productos que salvan vidas.»

La carga de paludismo se concentra en 14 países endémicos en los que se calcula que se produce el 80% de las muertes por paludismo. Nigeria y la República Democrática del Congo son los más afectados en el África Subsahariana, y la India en Asia Sudoriental.

«La estrategia multifacética de lucha contra el paludismo definida en el Plan de Acción Mundial sobre el Paludismo funciona. Sin embargo, para prevenir el rebrote de la enfermedad en algunos países necesitamos con urgencia nuevas ideas sobre nuevos mecanismos de financiación que permitan cosechar más recursos para la lucha contra el paludismo» ha dicho la Dra. Fatoumata Nafo-Traoré, Directora Ejecutiva de la Alianza para Hacer Retroceder el Paludismo. «Estamos explorando muchas alternativas: impuestos sobre las transacciones financieras, impuestos sobre los billetes de avión junto con el UNITAID, o un «bono para el paludismo», entre otros.»

Un gran déficit de financiación

El Informe mundial sobre el paludismo 2012 señala que la financiación internacional de la lucha contra esta enfermedad parece haber alcanzado una meseta muy por debajo del nivel necesario para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio relacionados con la salud y otras metas acordadas internacionalmente con respecto al paludismo.

Se calcula que entre 2011 y 2020 serán necesarios US$ 5100 millones anuales para lograr el acceso universal a las intervenciones antipalúdicas en los 99 países con transmisión continua de la enfermedad. Aunque muchos países han aumentado la financiación nacional para el control del paludismo, la financiación mundial total disponible fue de 2300 millones en 2011, es decir, menos de la mitad de lo necesario.

Esto significa que millones de personas residentes en zonas muy endémicas siguen sin tener acceso a una profilaxis, diagnóstico y tratamiento eficaces. Los esfuerzos por prevenir la aparición y propagación de resistencia del parásito a los antipalúdicos y del mosquito a los insecticidas también se ven limitados por una financiación insuficiente.

Aunque el estancamiento de la financiación está afectando a la expansión de algunas intervenciones, el informe documenta un importante aumento de las ventas de pruebas diagnósticas rápidas, que han pasado de 88 millones en 2010 a 155 millones en 2011, así como una considerable mejora de la calidad de las pruebas en los últimos años. La distribución a los países del tratamiento recomendado por la OMS para el paludismo por Plamodium falciparum, es decir las terapias combinadas basadas en la artemisinina, también ha aumentado considerablemente, de 181 millones en 2010 a 278 millones en 2011, en gran medida gracias a un aumento de las ventas subsidiadas en el sector privado.

Debilidad de los sistemas de vigilancia

El seguimiento de los progresos es uno de los grandes retos del control del paludismo. Los sistemas actuales de vigilancia de la enfermedad solo detectan una décima parte del número mundial estimado de casos. En unos 41 países de todo el mundo no es posible realizar evaluaciones fiables de la evolución del paludismo debido al carácter fragmentario y no sistemático de la notificación a lo largo del tiempo.

Hay una necesidad urgente de sistemas más sólidos de vigilancia del paludismo que permitan dar en las regiones endémicas respuestas oportunas y eficaces que prevengan los brotes y rebrotes y garanticen que las intervenciones llegan a las zonas que más las necesitan. En abril de 2012 la OMS publicó nuevos manuales sobre la vigilancia del paludismo en el contexto de la iniciativa T3: Test. Treat. Track.

Notas para los editores:

En el Informe mundial sobre el paludismo 2012 se resume la información recibida de 99 países donde persiste la transmisión, así como de otras fuentes, y se actualizan los análisis presentados en el informe de 2011.

El paludismo es una enfermedad plenamente prevenible y tratable, transmitida por vectores. Se calcula que en 2010 hubo 219 millones de casos en todo el mundo y que la enfermedad causó la muerte de unas 660 000 personas, en su mayoría menores de cinco años.