Haití, víctima de desastres naturales y males antiguos en 2012

Economia Solidaria

Santo Domingo- Haití dice adiós a 2012 en medio de un estado de emergencia decretado desde octubre pasado por el huracán Sandy, cuyos daños amenazan con el desarrollo de una crisis alimentaria, según estimados oficiales.

Otra vez, la naturaleza se ensañó con este país caribeño, el más empobrecido del hemisferio occidental y víctima aún de las consecuencias del terremoto del 12 de enero de 2010.

Ese temblor de tierra causó la muerte de 300 mil haitianos, dejó sin viviendas a casi dos millones de personas, y afectó gran parte de la infraestructura de la capital, donde aún son visibles las ruinas.

Sin pasar sobre su territorio, Sandy provocó en Haití el fallecimiento de 54 personas, muchas vías de comunicación quedaron anuladas, las carreteras y puentes no resistieron, y el acceso a varias ciudades quedó cortado.

Las aguas y vientos asociados al décimo huracán de la temporada ciclónica, del 1 de junio al 30 noviembre, destruyeron 90 mil 357 hectáreas de cultivos de maíz, frijoles, sorgo, plátanos, arroz y verduras.

Al mismo tiempo, más de 64 mil cabezas de animales (reses, caballos, ovejas, cerdos y aves de corral) fueron arrastradas por el fenómeno meteorológico.

Con esas afectaciones, el sector agrícola haitiano acumuló pérdidas por 254 millones de dólares en el año pues antes padeció sequía y los embates de la tormenta tropical Isaac, de acuerdo con datos de la Coordinación Nacional de Seguridad Alimentaria.

Isaac fue responsable en agosto del deceso de 24 personas, y las inundaciones e incidencias negativas alcanzaron a más de 12 mil viviendas en gran parte del territorio nacional.

Junto a las inclemencias del tiempo acontecieron resurgimientos del cólera, una epidemia que desde su aparición en el país en octubre de 2010 ha significado la muerte de más de siete mil 600 haitianos.

Paralelamente, el total de dañados con el padecimiento alcanzó el cinco por ciento de la población, de unos 10 millones de habitantes, víctimas también de otros males.

Después de estudiar nuevos datos científicos es "más probable" que la fuente del brote de la enfermedad haya estado en un campamento de soldados de la Misión de Naciones Unidas para la Estabilización de Haití, provenientes de Nepal, expresó en octubre una experta.

La reconocida doctora estadounidense Daniele Lantagne, contratada por la ONU para investigar la situación, hizo estas declaraciones a partir de análisis de la secuencia completa del genoma de la cepa del cólera hallada en ese país.

Ahora sabemos que la cepa de cólera en Haití tiene una coincidencia exacta con la de Nepal, recalcó.

Investigadores estadounidenses sugirieron en junio que la epidemia era causada por dos cepas distintas de la bacteria del cólera y no solo por una de origen oriental, como se creía.

Estudios anteriores indicaron que la enfermedad se debió a un microorganismo oriundo de Asia e introducido por los referidos militares.

Cifras oficiales indican que solo el dos por ciento de los haitianos tiene acceso a agua potable y la mayor parte realiza las necesidades fisiológicas en lugares al descubierto, como los ríos o las cercanías de las casas.

La situación epidemiológica, y de otra índole, es más compleja para las 360 mil personas que viven todavía en 496 campos de refugiados tras el referido sismo, informó la Organización Internacional de las Migraciones (OIM).

El 58 por ciento de los afectados permanece sin empleo, mientras que el 57 por ciento de las familias son monoparentales, puntualizó en Ginebra, Suiza, el portavoz del organismo, Jean Philippe Chauzy.

Desde 2011, la OIM suministró ayuda de vivienda, bajo la firma de subsidio de alquiler, a casi 12 mil familias, y en 2013 prevé ofrecer un apoyo similar a otros 15 mil núcleos, con unos 60 mil integrantes, para lo cual solicitó a sus donantes seis millones de dólares.

También, la entidad pidió dos millones de dólares más para colaborar con las personas que permanezcan en los campamentos y anunció un tercer llamamiento humanitario de un millón de la misma moneda en aras de proteger a quienes estén en ellos en la próxima temporada ciclónica.

En este contexto de necesidades, el prometido respaldo a Haití de organizaciones internacionales y países, con escasas excepciones como Cuba, Venezuela y Brasil, ha quedado en muchas palabras y pocos hechos.

A finales de noviembre, el presidente haitiano, Michel Martelly, calificó de preciosa e insatisfactoria la ayuda de la comunidad internacional a su país, e instó a realizar esfuerzos conjuntos que permitan asegurar la eficacia del apoyo.

Resulta necesario buscar una mejoría substancial y duradera de la coordinación y la armonización de las intervenciones mientras Haití sigue siendo frágil, consideró el jefe de Estado.

En la presentación de un mecanismo nacional de planificación y coordinación de los fondos de la ayuda externa, Martelly manifestó que las buenas intenciones generan pocos resultados cuando no están integradas en una estructura de pensamiento y acciones organizadas.

Por eso, agregó, el Marco de Coordinación de la Ayuda Externa al Desarrollo tiene el formato adecuado y está conforme a nuestras exigencias y podrá ser adaptado si se necesita.

Representa un instrumento de organización pragmática y adaptada de las voluntades que vienen para apoyarnos, puntualizó ante oficiales y representantes de la comunidad internacional, el sector privado y la sociedad civil.

La iniciativa basará su trabajo en tres niveles: estratégico, sectorial y territorial, y establecerá sus propios procedimientos operativos para el uso externo de apoyo a las prioridades de desarrollo económico y social de Haití.

El primer ministro, Laurent Lamothe, aseguró que es muy importante que el Gobierno refuerce el diálogo con los donantes para centrar esfuerzos en objetivos comunes.

La administración haitiana considera que aún faltan 12 mil millones de dólares para la reconstrucción del país, pues los fondos destinados tras el movimiento telúrico fueron invertidos en asistencia a la población.

*Corresponsal de Prensa Latina en República Dominicana. arb/dsa