¿Cómo evitar la violencia contra los niños?

Salud
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Los niños (definidos por la Naciones Unidas como los menores de 18 años) pueden sufrir dos tipos de violencia: malos tratos por parte de los padres y cuidadores de menores de 14 años, y la violencia sufrida en la comunidad por adolescentes de 15 a 18 años. Estos dos tipos de violencia pueden evitarse actuando sobre las causas y los factores de riesgo específicos de cada uno de ellos.

 

Los malos tratos por parte de los padres y cuidadores puede evitarse:

• reduciendo los embarazos no deseados;

• reduciendo el uso nocivo del alcohol y las drogas ilícitas durante el embarazo;

• reduciendo el uso nocivo del alcohol y las drogas ilícitas por parte de los nuevos padres;

• mejorando el acceso a servicios de atención prenatal y posnatal de gran calidad;

• haciendo que los hogares de los niños con alto riesgo de sufrir malos tratos sean visitados por enfermeros y asistentes sociales;

• proporcionando a los padres formación en materia de desarrollo infantil, métodos disciplinarios no violentos y capacidad de resolución de problemas.

A su vez, la violencia contra los niños en el seno de la comunidad puede evitarse:

• integrando a los niños pequeños en programas de enriquecimiento preescolar que les den una iniciación educativa;

• proporcionando formación en materia de aptitudes para la vida;

• ayudando a los adolescentes de alto riesgo a que completen su escolarización;

• reduciendo la disponibilidad del alcohol a través de la promulgación y aplicación de leyes sobre licencia de venta, imposición fiscal y precios de las bebidas alcohólicas;

• limitando el acceso a las armas de fuego.

Aumentando la eficiencia de la asistencia prehospitalaria y de la atención médica de urgencias se puede reducir el riesgo de muerte, el tiempo de recuperación y el nivel de discapacidad a largo plazo debidos a la violencia.

Toda violencia contra los niños, y en particular el maltrato infantil en los 10 primeros años de vida, constituye un problema en sí mismo y un importante factor de riesgo de otras formas de violencia y problemas de salud a lo largo de toda la vida. Por ejemplo, en un estudio reciente de la OMS se ha calculado que los abusos sexuales en la infancia explican aproximadamente un 6% de los casos de depresión, un 6% de los casos de abuso/dependencia del alcohol y las drogas, un 8% de los intentos de suicidio, un 10% de los casos de trastorno de pánico y un 27% de los casos de trastorno de estrés postraumático. Otros estudios también han relacionado los malos tratos físicos, los abusos sexuales y otros acontecimientos adversos en la infancia con el consumo excesivo de tabaco, los trastornos alimentarios y los comportamientos sexuales de alto riesgo, que a su vez están relacionados con algunas de las principales causas de muerte, como el cáncer y las enfermedades cardiovasculares.

La OMS apoya a los países en la recopilación de datos e informaciones relacionados con la violencia contra los niños, la elaboración de políticas y programas nacionales de prevención de la violencia y la creación de sistemas para prestar asistencia medicolegal y traumatológica de emergencia apropiada.