Sobre un tres porciento de la población haitiana vive hoy en casetas de campaña. Esto constituye una cifra alarmante, para un país que vive a través de siniestros naturales, los cuales y ante el terremoto de enero del 2010, dejaron 200 mil personas muertes y mas de medio millón en las casetas. Algo se ha reducido, pero la cifra sigue siendo monumental.
Este número de desplazados fue identificado por la Organización Internacional de Poblaciones Migrantes, de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). El informe producido por dicha instancia de la ONU es consistente con la apreciación del gobierno haitiano en torno a cuantas personas quedan aún en las casetas. La cifra, a tres años del terremoto del 2010, no es satisfactoria.
De otro lado, el informe de la ONU también destaca que el problema de las personas viviendo en los campamentos se complica por la alta tasa de personas desempleadas. Sobre 58% de las personas que viven en dichos campamentos, según el informe, no tienen empleo fijo remunerado. Esta situación complica las apuestas del país para alcanzar un desarrollo moderado en beneficio de su población de mas de 10 millones de habitantes.
Según el informe a lo largo y ancho de Haití hay 496 campamentos de desplazados. El 84% de los que allí viven vienen del terremoto de enero del 2010. En otras palabras, a pesar del pasar del tiempo, estos campamentos hay provisto muy poca movilidad para su población, la cual ha permanecido en los mismos ya por un largo tiempo.
La situación es sin lugar a dudas caóticas. El gobierno del primer ministro Laurente Lamothe, ha sugerido el desarrollo de un plan de re-inserción poblacional para erradicar estos campamentos en 18 meses. Aunque el término fijado parece un tanto exigente, lo mejor que se debe hacer es intentar erradicar estos campamentos.
El llamado a todos los caribeñistas debes ser socorrer a la población haitiana que aun permanece en dichos campamentos. Es momento de continuar apoyando a Haití.