En días recientes y ante la inauguración de un nuevo mandato para los gobernantes del territorio colonial de Puerto Rico, a varios niveles de gobierno se han dado expresiones en torno a incluir personas que son ideológicamente diferentes a los que ganaron las elecciones. En este sentido, el nuevo gobernador, Alejandro García Padilla del Partido Popular Democrático, ha hecho una serie de nombramientos a personas que no militan en su partido, que son ideológicamente distintos a él, pero que se incluyen como parte de un gobierno amplio de inclusión a los contrarios.
La idea me parece encomiable. La aplaudo. Es bueno que los partidos políticos incluyan a otros y otras, que de ordinario son sus contrarios. Mejor aún, los gobiernos deberían hacer dicha práctica como una normal de cualquier gestión de gobierno. Ahora bien, me pregunto, si es parte de un discurso de entablar alianzas políticas, ¿cómo se deben organizar las mismas?
Una alianza política, normalmente se materializa por la firma de un acuerdo entre los líderes, en el caso político, de dos colectividades distintas. En esta medida, es como pactar un contrato para realizar actividades políticas a partir de la diferencia. Creo que en el caso de Puerto Rico eso no lo hemos visto. El gobierno entrante no la firmado pacto político con nadie, sino ha invitado a distintos compañeros y compañeras de diferentes colectividades políticas a integrarse en múltiples niveles con el nuevo gobierno.
¿Sino se trata de alianzas formales, de qué se trata? No quisiera pensar que se trata de una agencia de empleo que le ofrece paquetes laborales a los mejores talentos que se han encontrado en el país. Me parece que rayar en dicha situación sería, por decir lo mínimo, ridículo.
En fin, que comenzamos a transitar por un laberinto nuevo en Puerto Rico donde un partido que gana las elecciones incorpora a personas tradicionalmente no vinculadas a su colectividad. Habrá que esperar para ver resultados, pero si se van a construir alianzas, que se hagan las mismas desde los códigos y formatos tradicionalmente conocidos.