Barbados acaba de sumarse a los países que endosa la declaración de la Asamblea General de las Naciones Unidas, que proclamaron el decenio 2013-2022 como el año de los Afrodescendientes. La consigna del decenio es Reconocimiento, Justicia y Desarrollo. La invitación es que las comunidades africanas en la diáspora, las cuales se concentran fundamentalmente en el continente americano, las cuales fueron producto de la sociedad esclavista, puedan participar de un proceso de rectificación que permita superar la desigualdad social que produjo este régimen de explotación humana.
Ahora bien, me pregunto, ¿estamos preparados en el Caribe para afrontar un diálogo sobre la desigualdad social, cultural, económica y política que produjo la esclavitud? Me parece que aún el legado de la esclavitud, que dejó tanto en el descendiente de dicha sociedad, el sujeto esclavizado, como en el sujeto libre (blanco, negro o mulato, pero no esclavizado), es una condición que aún no hemos podido superar. La situación adolece de transformaciones significativas, y posiblemente sea Cuba el país que tiene el debate más adelantado. Sobre todo por el respeto que aún se guarda a la cultura africana en la diáspora. Esto por ejemplo, a partir de la tolerancia a la práctica de la religión yoruba, dentro del ordenamiento IFA.
El tema es complejo pues en el Caribe post-postcolonial, las condiciones esclavistas desaparecieron en el siglo 19, pero su efecto social y cultural se mantuvo y trascendió el período post independencia. Esto nos deja con debates inconclusos, que bajo el manto del estado-.nación, se pretenden superados cuando en realidad no lo han sido.
Traigo a colación el caso de Puerto Rico, en el cual todo el mundo habla de ser igual, pero la participación social de los afro descendientes, desde un sentido diferenciado se pierde. Es decir, todo el mundo es boricua, pero nadie es afro-boricua.
Me parece que la importancia de este decenio desde el reclamo del reconocimiento, la justicia y el desarrollo, puede ser un gran acierto. Ya veremos como se traduce en la práctica.