Biblioteca Luis Fortuño con todo y fondos públicos

Política

Siguiendo los pasos de la nación de la cual Puerto Rico es colonia, los gobernadores de la Isla casi todos tienen fundaciones a su nombre, cuyo propósito es principalmente preservar los documentos importantes de su gestión administrativa. Que los estudiosos, historiadores y demás interesados tengan acceso a estos es visto con beneplácito, pero se cuestiona fuertemente el que se utilice el dinero de un pueblo en quiebra para propósitos de construir una biblioteca a nombre de un ex-gobernante, especialmente el último, Luis Fortuño, quién acaba de dejar un mandato hueco, falta de obra notable y unos cuatro años de desastrosa polémica.

 

Ha salido a la luz pública, gracias a un diario, que la Legislatura pasada, en una movida sigilosa pero atrevida, le asignó cinco millones de dólares para la construcción de tal biblioteca. El dinero fue destinado al Sistema Educativo Ana G. Méndez, una organización privada que agrupa una serie de lucrativas instituciones universitarias. La biblioteca de Fortuño se construiría en la Universidad del Este si la actual Secretaria de Hacienda aprueba la partida. Otro ex-gobernador, Pedro Rosselló, quién dirigió el gobierno más corrupto en la historia de la Isla donó sus documentos a la Universidad del Turado, también propiedad del sistema y universidad donde enseña. En 2011, la Legislatura asignó $2.4 millones para la construcción de su biblioteca en el mismo recinto. La misma noche de la asignación de los fondos- Fortuño se asignó un millón para uso de la Fundación Carlos Romero Barceló. Esta fundación fue fundada en 2006 como una entidad sin fines de lucro para promover la democracia y las bondades de tener la “igualdad ciudadana” que promueven los líderes que favorecen que Puerto Rico sea el estado 51 de la unión norteamericana. La única publicación que ha salido de la fundación desde el 2006 ha sido un reciente libro de entrevistas de Romero con un ex-secretario de prensa. Quizás habrá publicaciones más ilustrativas de su gestión, que tuvo como pilar el encubrimiento por parte de la policía y de algunos fiscales del asesinato de tres independentistas. Estos fueron batidos a tiros por la policía al llegar a una torre de transmisión para colocar explosivos. El detalle es que el complot terrorista fue creación de un agente en cubierto que los acompañó a la emboscada.

Además, existe la Fundación Biblioteca Rafael Hernández Colón, que recibe fondos públicos. Los documentos de su gestión de 12 años serán realojados en un histórico edificio, al momento en proceso de renovación y localizado en la Señorial ciudad de Ponce, de donde es oriundo. Usualmente (no siempre) las bibliotecas de los presidentes norteamericanos se han fundado después de la muerte de estos y (siempre) con fondos privados. Con la excepción de la Fundación Luis Muñoz Marín, Gobernador por 16 años, en Puerto Rico las que hay se han creado en vida de estos dignatarios. Para el segundo Gobernador Roberto Sánchez Vilella no se creó fundación, donándose en vida sus documentos a la Escuela de Administración Pública de la Universidad de Puerto Rico. Pero, ya el tercer gobernador, Luis A. Ferré fundó en vida una organización con sus fondos privados que incluye un programa de becas. Para nombrar otros, Sila Calderón, todavía una mujer robusta, construyó su Centro para Puerto Rico con dinero privado.

Me pregunto si la Biblioteca Fortuño incluirá la cuantiosa notaría de la Primera Dama Lucé Vela otorgada durante sus años en la primera mansión puertorriqueña. Quienes son los comparecientes en estos documentos misteriosos no ha salido a la luz pública.