En Puerto Rico, ojo a los populismos

Política

Es curioso, pero la llegada del nuevo partido gobernante, el Partido Popular Democrático, ha creado una interesante impresión, muy latinoamericana por cierto, de promover la política a través de discursos populistas.

En esta medida, tanto el gobernador electo, Alejandro García Padilla, como otros funcionarios de alto nivel de su administración, se han concentrado en promover ideas y proyectos, en los cuales la bulla es más importante que el contenido. En esta medida, hay que ser cuidadoso en incidir en discursos de corte populistas, a los cuales nadie en su sano juicio se puede oponer, pero los cuales son por naturaleza vacíos en contenido sustantivo.

 

En esta medida, le hemos prestado atención a los discursos inaugurales del propio gobernador García Padilla, como del nuevo presidente del senado, Eduardo Bathia, y el presidente de la Cámara de Representantes, Jaime Pereyó. De igual forma, le pusimos atención al discurso inaugural de la nueva alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz. Así las cosas, todos nos han prometido un mejor futuro, aunque el camino para llegar a dicho futuro se encuentra un tanto pedregoso.

Nos parece que el contenido de los discursos políticos es, sin lugar a dudas, para provocar aceptación y consenso por parte de los seguidores. Pero también los mismos proveen un marco de referencia de hacia dónde va el país. Lo que uno desea es que el mismo sea con contenido y sobre todo desde distintas variables, realizable.

Superado el periodo de juramentaciones. Realizadas todas las fiestas habidas y por haber, necesarias o innecesarias, es momento de comenzar el interesante camino de apostar a construir un país diferente. Para esto, se necesitan ideas de todos y todas, voluntad política, y recursos económicos. En la medida que una de estas tres variables falle, no será posible orquestar un proyecto viable de país y menos aún de construcción de futuro.

Lo importante, a todos los políticos mencionados, y a otros no mencionados pero que también juramentaron en los pasados días, es que estén conscientes que el pueblo se ha hecho mucho más crítico de su desempeño. Por lo cual, la comunidad social de la llamada sociedad civil, está muy pendiente de que los discursos bonitos, inflados y abiertamente huecos, es decir, populistas, no se queden sin fiscalizar. Es momento que los políticos y políticas entiendan que tienen un mandato para gobernar, pero que el mismo no es carente de fiscalización. Llegó el tiempo de actuar.