Partido opositor dominicano: esquiva unidad en sus filas

Política

Santo Domingo- El logro de una efectiva solución a la crisis de unidad del opositor Partido Revolucionario Dominicano (PRD) parece hoy lejano a juzgar por los últimos acontecimientos relacionados con esa organización política.

Hace dos días, su Consejo Nacional de Disciplina expulsó de manera definitiva al expresidente Hipólito Mejías por violar los estatutos, fomentar el divisionismo y desacatar resoluciones de organismos superiores.

También lo responsabilizó de promover actos de violencia e indisciplinas o participar de ellos, convocar reuniones ilegales de la Comisión Política y del Comité Ejecutivo Nacional, y hacer declaraciones públicas en desacuerdo con la línea partidista.

La misma sanción correspondió al presidente en funciones del PRD, Andrés Bautista, mientras que los respectivos secretarios general y de Organización, Orlando Jorge Mera y Geanilda Vásquez, fueron suspendidos dos años.

Antes y después del comienzo de la audiencia, la Policía Nacional lanzó bombas lacrimógenas y realizó disparos para dispersar a militantes que apoyaban al ex jefe de Estado, por un lado, y al presidente del partido, Miguel Vargas, por otro.

Los problemas entre ambos se remontan a la última campaña electoral para los comicios generales de mayo pasado, cuando el exdignatario acusó a Vargas de no apoyarlo en sus intenciones de regresar al Palacio Nacional.

Como respuesta a la reciente medida, Mejías aseguró la víspera que movilizará las bases de la organización para conocer los criterios al respecto.

Anunció que aplicará la llamada ley de masas y recorrerá el país en aras de escuchar las demandas y problemas de los militantes.

Quiero decirles a mis amigos del Gobierno que bajo ninguna circunstancia me voy a prestar a hacerles juego a ellos ni a nadie en este país, vamos a las bases del partido, al seno de la sociedad, enfatizó.

Al mismo tiempo, Mejías convocó a la Comisión Política a una reunión el 22 de enero para discutir la elección de las autoridades del partido.

Mientras los seguidores del expresidente presionan para escoger a la nueva dirigencia del partido este año, Vargas y su gente afirman que ese hecho debe ocurrir en 2014.

Frente al panorama actual, diversas voces vinculadas a la política consideran que los perredeístas se desgastan en luchas internas y carecen de la fuerza suficiente para realizar una seria oposición.

Desde hace mucho tiempo, en el PRD no funcionan las instancias partidarias de decisión y control; por tanto, no hay fiscal ni tribunal disciplinario con legitimidad para proceder a sancionar a nadie, afirmó la socióloga y académica Rosario Espinal.

En un trabajo de opinión, publicado por varios medios de prensa, la estudiosa subrayó que la organización no tiene un gran líder ni un mecanismo democrático confiable para dirimir diferencias.

Lo que sí hay en el PRD es un gran déficit de inteligencia política, y Vargas y Mejías se creen con capacidad para impulsar un renacer perredeísta y llevar el partido a un triunfo electoral en 2016, recalcó.

Como no pueden armonizar estrategias ni consolidar fortalezas, agregó, se pelean y buscan la aniquilación total mientras el espectáculo adquiere ya características patéticas.

Para Espinal, el PRD es una reliquia maltratada de la política dominicana que ha perdido valor como antigüedad y novedad, y su historia se diluye en episodios negativos y el presente no hilvana un futuro de esperanzas para el pueblo dominicano.

El secretario general del gubernamental Partido de la Liberación Dominicana, Reinaldo Pared, desvinculó a su organización de los problemas de los adversarios ideológicos y lamentó la división pues, consideró, se afecta el sistema de partidos en el país.

A finales del año pasado, Vargas enfatizó que estaba centrado en el rescate de la disciplina, la institucionalidad y la coherencia del PRD para convertirlo en un instrumento cada vez más eficaz en la promoción del bienestar y la prosperidad de la población.