Heidi Wys, las Redes Sociales y los Conservadores

Política

Heidi Wys, las Redes Sociales y los Conservadores

Se da un furor en esta parte del Caribe llamado Puerto Rico, a partir de las redes sociales y las campañas que se desarrollan a favor de ciertos asuntos y en contra de otros. Así las cosas, una consultora profesional llamada Heidi Wys, quien labora en la Cámara de Representantes a favor de los legisladores del Partido Nuevo Progresista, el cual controló dicho cuerpo hasta el 31 de diciembre de 2012, vuelve a ser la figura del momento por ciertos comentarios no deseables que infirió en su cuenta de twitter, en contra del activista gay boricua Pedro Julio Serrano. Hoy todos condenan a la Wys, y celebran que el nuevo presidente de dicho cuerpo, el legislador Jaime Perelló, no le renovó su contrato de servicios profesionales.

Me pregunto, ¿de qué trata esta controversia? Me parece que lo que está en controversia es la elaboración del bando de los “buenos” en las redes sociales versus el bando de los “malos” en las mismas redes. Hay que ser cuidadoso de pensar que todos lo que se dice en las redes sociales cosas que no me gusta, o que ofenden a una persona en particular, constituye un asunto lo suficientemente complejo para desarrollar una reacción contraria de forma inmediata, la cual ha sido según el patrón establecido también opresiva, censuradora y sobre todo de cierto tipo de conservadurismo castrante. Es decir, tan “malo” es el que genera mensajes que definimos como de odio en las redes sociales, como tan “mala” es la respuesta que los censura y que pide su condenación.

Creo que nos hemos confundido en varios asuntos que yacen en controversia con esta situación. En particular, el derecho de libertad de expresión, ese consagrado a partir de las luchas sociales es uno que determina que mi opinión debe ser expresada y no censurada, independientemente que le guste a una persona o no le guste a un grupo de personas. Determinar que un mensaje tiene contenido de odio, y determinar que no es aceptable, es en sí volver a los tiempos en que la moral dominante determinaba los comportamientos sociales. Es en sí un acto muy conservador y es volver al pasado del oscurantismo. Ningún activista, y me reitero, ninguno, es dueño del control de las redes sociales y no puede determinar quien se expresa y quien no se expresa, que es odio y que no es odio.

Al cierre de este artículo ha surgido otra controversia adicional entre el cantautor boricua del grupo Calle 13, René Pérez, y el histórico salsero Willie Colón. En particular, Colón envió un twitter por el cual hacía comentarios impropios al presidente Venezolano Hugo Chávez Frías y al Vice-presidente Ejecutivo de dicho país, Nicolás Maduro.

Lo cierto es que Colón dijo y Pérez contestó. Por tratarse de dos figuras cimeras de la cultura puertorriqueña, puestas en generaciones diferenciadas, ¿quién se atrevería a pedir la censura y expulsión de uno por encima del otro? Pues si podemos convivir con dos mensajes tan distintos como el de Colón y Pérez, entonces comencemos a convivir con otro tipo de mensaje, que es tolerante y genuinamente cree en la diversidad.

Es decir, digamos no al odio que odia al odio.