Mi vecino junior recibe más de $6000 (USD) mensuales en pensiones del gobierno. Él es uno de muchos puertorriqueños que reciben un lucrativo combo; el Retiro del Estado Libre Asociado, una pensión de empleado del gobierno federal, la pensión de veteranos y también el Seguro Social. Por otro lado, al frente vive otro vecino, Pablo, este no recibe nada porque ni siquiera acumuló el Seguro Social por ser discapacitado. Fíjense que en una misma calle, el Estado le da 6 mil a uno y 0 a otro. Hay una disparidad notable; una acumula dinero y es rico, él otro lucha por sobrevivir.
El Retiro de Puerto Rico le proveía a los ex servidores públicos una pensión vitalicia, luego de su jubilación. En Puerto Rico el mayor patrono es el gobierno. El Retiro de Puerto Rico se ha visto en dificultades notables desde comienzos del año 2000, por no contar con suficientes activos disponibles para pagar estas pensiones. A estos efectos, el Gobierno tomó medidas para eliminar el retiro de los empleados contratados, partir del año 2000.
No obstante, a partir de la Gran Recesión, la situación del Retiro ha sido precaria. En los últimos años, específicamente con la administración P.N.P. de D. Luis Fortuño, el gobierno especuló en el mercado de valores con los activos del retiro y perdió grandes cantidades, que ostentan entre los millones.
Ahora para remediar la situación, una representante del P.N.P. Lourdes Ramos propone legislación, para implementar una lotería para el pueblo, a los efectos de poder pagar la pensión a los miles de jubilados del gobierno.
En mi opinión hay algo erróneo en hacer una lotería para continuar contribuyendo a pagarle a mi vecino Junior 6 mil al mes, e igualmente a miles como él tanto dinero, mientras el Estado tiene a otros miles de ciudadanos que no reciben nada de dinero o muy poco. En este sentido el Estado debería estar creando mejores servicios y condiciones para nuestros ancianos y ciudadanos de la tercera edad. Continuar en la situación precaria es perpetuar el problema.
Hay miles de ideas para remediar esta situación, ya que las personas jubiladas tienen mucha experiencia y pudiesen ser extremadamente útiles para la sociedad. Igualmente, al ser productivos mejoran su autoestima y tienen mejor calidad de vida. Por ejemplo, yo he visto como en otros países europeos, los ancianos participan activamente como maestros de esquí, junto con los maestros jóvenes. De esta manera les dan a los niños un sentimiento de que es su abuelito que le está enseñando; su nivel de paciencia y de calidad humana, unido a una intachable experiencia los hacen idóneos trabajadores. Es solo un ejemplo del cual se pudiese aprender.
No se trata de quitarle a los que más han trabajado su pensión, pero que en tiempos de crisis económica ellos entiendan a ser solidarios con sus pares y a contribuir a la solución. En vez de perpetuar una de las raíces del problema concreto, dándole riquezas para acumular a algunos sin hacer nada en la actualidad y a otros dándole nada por igualmente estar inactivos. La solución es ponernos todos a trabajar y a contribuir, ya que juntos es que podemos sacar el bote hacia adelante.