Como parte del nombramiento de su gabinete, AGP[1] anunció la nominación de David Bernier para secretario del DE[2] en medio de una gran incertidumbre respecto al rumbo económico-político del País. También aprovechó para comentar sobre la nueva política pública de extender lazos hacia el Caribe y Latinoamérica en busca de cooperación productiva y comercial.
El anuncio me recordó la última administración de RHC[3] y su intento de internacionalización de PR mediante la ICC[4] y la Iniciativa del Caribe del ELA, entre otras[5]. Las iniciativas murieron a pesar de que en los 90 EEUU salió triunfante de la Guerra Fría y después de diseñar un multilateralismo afincado en las doctrinas económicas de la OMC[6]. Puerto Rico parecía ser un ejemplo de cómo el libre comercio podía ser una estrategia de desarrollo en medio de la crisis caribeña y latinoamericana del periodo 1980-90.
En el siglo XX la historia regional osciló entre dictaduras, intervencionismos y subdesarrollo. En el siglo XXI la región latinoamericana y caribeña promueve su protagonismo autónomo global, justificado en proyectos de desarrollo humano que han sacado millones de personas de la pobreza. La geopolítica regional cambió. El escenario es hoy diametralmente distinto, también los retos de PR.
Según se destila de los pactos constitutivos de la UNASUR[7] y la CELAC[8], el regionalismo del siglo XXI prioriza la concertación política como expresión de su defensa de la auto-determinación de los pueblos. En este escenario el intercambio comercial adquiere otro cariz al depender cada vez más de los proyectos geopolíticos y sociales de los bloques regionales caribeños y latinoamericanos.
Entre los visos del rol protagónico global de la región están los estados firmantes de pactos de libre comercio con EEUU, como Perú, Colombia o Chile, que avalaron declaraciones del Grupo de Río a favor de la descolonización de Puerto Rico en la 4ta Comisión de las NNUU[9]. El CARICOM[10] ha apoyado las resoluciones del CD[11] que instan a garantizar nuestra descolonización. Para ubicar este fenómeno en perspectiva histórica, basta recordar que durante la década del 90 no se aprobó resolución por consenso a favor de PR en el CD. Esto fue debido a la incertidumbre de muchos estados miembros del CD respecto a sus apuestas de acceder a las dinámicas unipolares comerciales de la OMC ante el fin de la URSS[12].
Ante este momento inédito en la región, el DE puede ejecutar políticas de internacionalización que ayuden a PR navegar en las aguas de una región post-hegemónica. Un objetivo podría ser internacionalizar a PR en el ámbito cultural, energético, empresarial, productivo y financiero, que se ajuste a las dinámicas regionales de cooperación Sur-Sur.
Quizás la primera meta para esto podría ser centralizar en el DE todas las relaciones externas del gobierno para evitar confusiones protocolarias con los países vecinos, según sucedió en las gestiones por precios preferenciales de petróleo entre DACO y Venezuela. Junto a esto, el DE debe tener una visión estratégica de internacionalización que abra mercados para las capacidades productivas de PR y sus demandas energéticas.
Para aprovechar la voluntad política de la región y en pos de gestiones efectivas, el DE no puede soslayar la política exterior de los estados de la región sobre PR. Para esto podría ser necesaria una doctrina del DE que articule los intereses del País ubicándolos en las dinámicas políticas y de regionalización comercial del siglo XXI. Una doctrina que establezca que las relaciones regionales del DE hoy aspiran a restaurar el crecimiento económico autónomo y a mitigar la dependencia de PR que permita la resolución final del estatus político. En la segunda parte discutiremos opciones de internacionalización a disposición del DE.
*El autor es Doctorando en Relaciones Internacionales de la Universidad Autónoma de Barcelona. Consultor de gestión de programas de estabilización comunitaria y desarrollo humano. Gerente de proyectos de internacionalización de PYMES para MERCARABE, México D.F.
[1] Alejandro García Padilla.
[2] Departamento de Estado.
[3] Rafael Hernández Colon.
[4] Iniciativa para la Cuenca del Caribe.
[5] Puerto Rico se hizo en la década del 90 Miembro Asociado de la CEPAL, Miembro observador en CARICOM, en el “Caribbean Development Bank”. Se abrió una Oficina del Gobierno de Puerto Rico en Bruselas, Bélgica y otras oficinas comerciales en Chile, Panamá y España. Se firmaron 25 acuerdos de colaboración comercial con países de la región. También acuerdos comerciales entre PR y Japón en torno a la piña, algunas gestiones detenidas por el Departamento de Estado de EEUU.
[6] Organización Mundial del Comercio.
[7] Unión de Naciones Suramericanas.
[8] Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños.
[9] Naciones Unidas.
[10] Caribbean Community. Cabe destacar que todos los estados de la Organización de Estados del Caribe Oriental son a su vez son miembros del CARICOM.
[11] Comité de Descolonización.
[12] Unión de Republicas Socialistas Soviéticas.